MI PUEBLO EN LLAMAS

Como me gustaría dirigir toda mi ira hacia un Putin o un Trump. Saciar mi frustración y mi dolor. Pero no, no puedo concentrar la rabia. En un ejercicio de resignación todos mis sentimientos se difuminan sin concretar. El juego de la naturaleza es así, te da y te quita al mismo tiempo.  El causante de este terrible incendio no es más que la filamentosa acción de un rayo, tan solo un relámpago sobre un árbol incendio mis sueños y mí admirado bosque. Es curioso como los humanos necesitamos un judas que apalear para justificar nuestra existencia. Un culpable para no tener que entonar un mea culpa que nos deje la conciencia en reposo. Hoy tercer día del incendio que arrasa la ladera izquierda del Cabriel, me levanto triste apesadumbrado. Yo que tanto luché por estas tierras, por darle su valor y reconocimiento inventándome aventuras, explorando rincones y generando seres felices. Hoy solo me queda el consuelo de que pronto broten los pimpollos y las carrascas que se regenere el monte lo antes posible. Ahora estoy lejos de ahí tengo cierto vértigo en volver y ver la noche a plena luz del día.  Desolado es poco. Solo espero que los dioses del fuego se sacien y no lleguen al río. Gracias a esos gladiadores que lo dan todo en estas circunstancias. Volverá el verde a dar sombras pronto y estoy totalmente seguro.

Antonio Robledo ZAPA

Comentarios

6 julio, 2022
Grande zapa

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