1 Disfrute en el trabajo. Este oficio no tiene sentido si no se divierte uno mismo. El guía difícilmente podrá transmitir ilusión si no comparte entusiasmo por lo que hace y convierte su trabajo en algo rutinario.
2 Responsabilidad. El trabajo de guía comprende grandes dosis de responsabilidad. Muchas veces se trabaja en actividades de riesgo, que deben estar controladas y comprender un plan B o incluso C. Por lo que le atañe el guía nunca debe confiar en la suerte, pues ésta puede ser buena o mala.
3 Sociabilidad. El guía debe permitir que la gente llegue a su persona con facilidad. Es mejor poseer un carácter extrovertido para propiciar un acceso directo. A la gente no le debe dar miedo preguntar. En un grupo podemos encontrar gente más afín y otras menos, lo cual no debe ser un elemento diferenciador. Objetivamente todos deben recibir el mismo trato.
4 Empatía. El guía debe ponerse en el papel de cada uno de sus clientes, con sus fortalezas y debilidades, y entender dudas y miedos. Se trabaja con personas y cada ser difiere de otro, por tanto necesita respuestas o refuerzos especiales y a veces hasta exclusivos, sin descuidar la atención sobre el resto del grupo.
5 Imprimir seguridad. Un guía debe ofrecer confianza y seguridad. El usuario de los servicios de un guía no debe albergar dudas sobre la actividad y las capacidades del guía. Éste, con su palabra e imagen, debe ofrecer serenidad y seguridad en todo momento.
6 Capacidad resolutiva. Ante un incidente, el guía debe estar capacitado para dar soluciones rápidas y efectivas con los medios que tiene a su alcance. Hay que trabajar sobre una planificación y en ocasiones es necesario saltar al plano de la improvisación, por situaciones especiales, que requieren soluciones de fortuna, hasta recibir ayuda externa.
7 Conocimientos. El trabajo de guía es un continuo aprendizaje. Todo conocimiento nunca está de sobra: Aprender técnicas, protocolos, manuales, idiomas, etc. A todo esto hay que añadir conocimientos del medio donde se trabaja: Geografía del lugar, vías de escape, climatología, comunicación. El guía debe tener muchos recursos en muchas disciplinas. Cuantos más domine, más completo será y en más campos podrá trabajar.
8 Imposición. El guía debe ser amable, cordial y agradable. Pero también debe ejercer su condición de leader. Puede suceder que un usuario intente suplantar el liderazgo del guía, bien por su carácter, su condición o cualquier circunstancia. El guía debe ser tajante a la hora de tomar decisiones que influyan en la seguridad del grupo o en la consecución de unos objetivos.
9 Preparación física y psicológica. El guía debe encontrarse en plenas facultades físicas. El trabajo de guía de deportes de aventura debe responder ante las exigencias del trabajo. Necesita estar entrenado y fuerte para poder ayudar al resto del grupo, o quien lo necesite en lo físico y también debe tener una preparación en psicología grupal y sobre cómo actuar a nivel psicológico sobre un individuo ante un bloqueo o una situación excepcional.
10 Caer en gracia. Al trabajar con personas el guía debe tener una capacidad de adaptación a la idiosincrasia del cliente. La mayoría de las actividades tienen un tiempo limitado. El guía debe utilizar todo el don de gentes que tiene y romper barreras en el menor tiempo posible. Cada maestrillo tiene su librillo y se utilizaran técnicas propias. Sin embargo podemos caer en un exceso de protagonismo o en ser demasiado graciosos. La cautela y la observación del grupo nos pueden ayudar mucho y sobre todo hacer partícipes a todos y a cada uno de sus miembros en todas las propuestas. El guía, como el director de una banda de música, debe armonizar el grupo y controlar el propio ego en pro de la consecución exitosa de una actividad o viaje de aventura.
Zapa Toni
Nos encontramos con uno de los mejores oficios que existen, un trabajo plenamente devocionario. Un trabajo que no solamente se encuentra remunerado con un sueldo, sino que recibe el salario extra del reconocimiento y la gratitud de los participantes. Y sobre todo la satisfacción de haberles hecho felices y capaces de realizar un sueño, acompañándoles en su propia aventura.