Parafraseando a la difunta reina de Inglaterra pero diametralmente opuesto Cierro el ejercicio 2022 con un annus extraordinabilis. Tras la triste desaparición de mi madre y mi hermana a finales del año pasado, después de un largo proceso de sufrimiento y dependencia. Decidí que merecía un tiempo para mí y mi desarrollo. Comencé con el viaje a Egipto con un youtuber de cuyo nombre no me quiero acordar. El viaje transcurrió bien sobre todo al realizarlo con mis compañeros Toni Amador y Raba. Cuando nos deshicimos del afamado egocéntrico nos fuimos al mar Rojo a remar y bucear a nuestro aire, a disfrutar de un lugar que no conocía. A la llegada a España pude aventurarme con mi amigo Heidi de un descenso invernal de tres días por el río Cabriel, con días soleados y noches que cortaban de frío. En el mes de febrero volé a Ecuador para realizar un descenso en tabla por un río del Amazonas acompañado de la comunidad indígena Sapara, fue el primer descenso en SUP que se tuviera noticia por el territorio amazónico.
Nunca antes se había intentado. Volví a la madre patria y con tan solo un día de descanso partí de nuevo con un grupo para guiarlos en el descenso de un tramo del río Nilo. Al acabar mi trabajo me fui: primero a la mítica ciudad de Alejandría para posteriormente dirigirme hacia la frontera con Libia hasta el escondido oasis de Siwa. Ahí comencé a escribir lo que sería mi primera Novela. Mis días de reposo en el palmeral me sirvieron de inspiración y de reflexión. Pero esto solo era el comienzo de lo que vendría. Una vez aquí hicimos una quedada de tronaos del SUP en tierras de Extremadura donde disfrutamos del descenso del río Jerte y el Tormes. A mediados de marzo impartí un curso de cinco días de instructor de river SUP en mi amado río Cabriel. A finales de abril me desplacé hasta Asturias donde realicé un clinic formativo de SUP en el río Deva y ya que estábamos allí nos aventuramos en la bajada de los ríos Cares y Sella. Acabamos remando en las cuevas del mar cantábrico. Casi Se me olvida pero anteriormente, realizamos el primer descenso comercial de rafting que se celebraba en la provincia de Alicante, más concretamente en el río Algar (Altea) que debido a la sucesión de gotas frías, el río tomo caudal abundante y con el equipo de guías de Kalahari pudimos ofrecer a sus gentes tremenda aventura en su riachuelo de toda a vida.
Ya en verano hice un viaje en familia por el interior de España huyendo de los terribles incendios que amenazaban las montañas del interior. Llegué a León donde pude bajar el río Esla a la altura de Sabero. Continuamos hasta los picos de Europa donde pude explorar una cueva donde residía un Maqui al cual mataron, quedando su guarida intacta desde su muerte, tuvimos que escalar por una pared en clásica hasta llegar hasta el abrigo de Segundo (Así se llamaba el pobre hombre) en el cañón de la Hermida, en Cantabria. Me resultó muy interesante documentarme sobre ello para mi novela. A lo largo del verano realicé un par de microexpediciones (descensos de dos días y una noche) por el Cabriel con clientes, también impartí de nuevo un curso de instructor de river SUP. En septiembre trabajé de instructor de la asignatura de piragüismo de aguas bravas para la federación valenciana de piragüismo.
En un pueblo cercano al mío recibí la capacitación de monitor starlight. Seis días de formación sobre astronomía para poder interpretar los cielos nocturnos. En octubre realizamos otra concentración de river SUPERS en los ríos Gállego y Noguera Pallaresa. Al mes siguiente volví a ir a Egipto con un grupo de diez personas, bajando nuevamente el Nilo. El 10 de diciembre hicimos la despedida de la temporada de Kalahari con una enorme fiesta que todavía me dura la resaca. Para finalizar mi trepidante año me fui al norte de Marruecos a descansar durante cuatro días en un vuelo de bajo coste desde Alicante. Esto es más o menos el resumen de un trepidante año extraordinabilis. Como última mención debo decir que mi novela ha sido terminada y se encuentra en fase de correcciones.
Espero algún día publicarla y darla a conocer, es mi primera obra de ficción de la cual puedo decir que la he disfrutado enormemente y que en principio no era lo que quería escribir, pero al final me ha conducido ella a mí. Ahora entiendo eso de que un libro toma vida propia. Espero no haberos aburrido con todas mis vivencias y experiencias, pero creo que merece la pena haberlas narrado y sobre todo haberlo contado después de todo.
Antonio Robledo ZAPA
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