Elige. ¿Qué quieres seguridad o foto? Difícil decisión. Cuando  vamos a bajar ríos por esos mundos de Dios, aparece ese dilema. Llegamos a un lugar expuesto donde el peligro se multiplica y lo que vemos es un rápido espeluznante, donde asoman elementos que uno identifica como al menos inquietantes. Aparecen riesgos reales de sufrir un susto enorme o, más incluso, de jugarte la vida en un segundo. Siempre algún compañero suelta la frasecita con sorna “¿seguridad o foto?”

Precisamente esos lugares suelen ser espectacularmente atractivos para la fotografía, pues albergan grandes desniveles, movimientos virulentos o espumas atrapantes, otorgándole una inusual belleza fotogénica a la escena. Por norma, en los ríos vamos provistos de una bolsa de rescate. Es nuestra mejor amiga. Se trata de una cuerda que nos da acceso a cualquier lugar desde una orilla o un punto seguro. Ésta se encuentra embutida en una manga de cordura, que al lanzarla se despliega con cierta precisión y nos sirve para aferrarnos a ella, en el caso que todo salga mal para poder salir del atolladero dignamente. Pero para ello necesitamos las dos manos y hay que estar atento y concentrado, tanto o más que el que desciende el rápido. El safety o seguridad debe hacer confluir cuerda y rescatado con exactitud, todo ello en la hipotética cinta transportadora que es un río. En esos momentos estamos en lo que estamos y no hay tiempo para enfocar una cámara, aunque perdamos ese momento de gloria y no podamos pavonearnos en las redes sociales tan importantes hoy en día. “Actualmente lo que no muestras con imágenes sencillamente no existe”.

Que lástima perder nuestra integridad física por unos likes tan efímeros como la vida de un confeti. La esclavitud de la imagen hace que muchas veces estemos más pendientes de lo que verán nuestros seguidores, que de gozar un satisfactorio reto con uno mismo ante el brutal poder demoledor de las aguas bravas. Afortunadamente existen las go pro, esos artilugios del demonio que incrustados en el casco nos permiten grabar mediante un ojo de pez todo lo que nuestra mirada ve. La tecnología vino para quedarse y algunos compañeros son auténticos maestros de la edición, (no es mi caso, considerándome un minusválido digital). Ellos generan videos de pasmoso realismo creativo. Yo soy más de describir mediante letras lo que deparan las aventuras, aunque siento que el texto se queda obsoleto por mucho que me esmero en combinar sustantivos y adjetivos, pocos son los que leen ya (si has llegado hasta aquí, enhorabuena, te salvas). Aun así creo que la imagen no vale más que mil palabras, al contrario del dicho. Todavía no han sacado cámaras que reflejen sentimientos, sensaciones, emociones o escalofríos. Quizás el tiempo y la inteligencia artificial también me demuestren que nada es imposible y vuelva a equivocarme una vez más. ¿Dónde vamos a ir a parar? en todo caso yo, si me dan a elegir: seguridad, por favor, seguridad. No por nada, sólo para poder volver a contarlo y poder escribirlo para ustedes.

Antonio Robledo ZAPA

Muchos creen que conocen las Hoces del río Cabriel, porque han ido a hacer rafting al río Cabriel. Les mostraremos que no. Las Hoces del Cabriel es un sector muy concreto del parque natural, el tramo del gran cañón u Hoces. Lo normal es que ustedes hayan ido a descender el tramo de Tamayo (rafting clásico del Cabriel) a unos 30 km. río abajo de las Hoces. Para poder bajar las Hoces se necesita que el embalse de Contreras (aguas arriba) desembalse agua del pantano, si no es imposible.

Hacía mucho tiempo que no se podía realizar. A día de hoy se puede bajar el tramo de las Hoces (20km) porque al contrario que en media España este río tiene mucha agua, debido a las políticas de ahorro que ha tenido los años anteriores la CHJ (Confederación Hidrográfica del Júcar) institución que gestiona el agua.

Para pode bajar el cañón se necesitan guías muy experimentados ya que hay que conocer bien el tramo y disponer de una buena infraestructura. Son cuatro horas de descenso de una belleza indescriptible, transcurre por uno de los lugares más salvajes de la geografía europea. En Kalahari os ofrecemos la posibilidad de bajar este tramo tan especial y tan poco frecuentado. Os animamos a que bajéis con Kalahari empresa especializada.

Aprovechad el tiempo de suelta no os arrepentiréis. Reservad ya, no sabemos el tiempo que durará esta posibilidad. Conoceréis el corazón del parque natural que le da fama y nombre a esta reserva de la biosfera, patrimonio de la humanidad. Una experiencia única y maravillosa que pocas personas pueden presumir de haberla realizado.

También os ofrecemos la posibilidad de bajar el río durante dos días haciendo noche en el río. Esta opción es para los más aventureros y deseosos de gozar de una auténtica expedición en toda regla, os trasladará a lugares remotos, por su aislamiento y estado de conservación intacto de presencia humana. Tan cerca y a la vez tan lejos. A 1 hora de Valencia Y a 2,30 h. de Madrid. Solicitad más información en www.kalahari@kalahariaventuras.com. Número limitado

Rafting Hoces. Precio 75 € por persona

Expedición 2 días una noche, todo incluido. Precio 200 €

 

Curiosamente,  esta última sesión de puenting naturista nos ha deparado muchas cosas. Casi nos ha dado para escribir una tesis de quiénes somos y del comportamiento del hombre.

Los saltos fueron espléndidos. Todo el mundo saltó correctamente y todo fueron risas y euforias entre los asistentes y algún que otro curioso. No hubo medias tintas, saltamos todos con decisión. Nos lo pasamos en grande, como solemos hacerlo en estas ocasiones.

El reto de vencer dos miedos, el pudor y el vértigo, no es un tema baladí. Sabíamos que no era para mucha gente y, así fue, sólo vinieron cuatro a saltar. Pero ello no fue un impedimento para alcanzar cada cual sus objetivos. Lo más curioso, y eso es lo que nos ha hecho pensar profundamente, es que fueran 4 estupendas mujeres las que acudieron. Ni un solo hombre decidió asistir, cuando en las anteriores ediciones había una proporción de 10 hombres por una mujer. Fascinante.

¿Qué había pasado? ¿Tendría que ver algo la guerra, la inflación, el cornezuelo del centeno, Venus, Miguel Bosé, la luna? Nada de eso, ni nada parecido. La causa era un artículo en mi anterior post, en mi blog de Kalahari Aventuras, llamado METAMORFOSIS RETRACTIL DEL PUENTING NATURISTA. Cómo y de qué formas esas frases habían influido en la decisión de atraer al público masculino… Pues sí, habían influido y mucho.

El pudor había alcanzado un segundo nivel. No la falta de decoro en posar desnudo, ni si quiera en enseñar cada uno su longaniza, era el tamaño del pene lo que asustaba a nuestros amigos. La palabra retráctil nos hizo mucho daño. No valía consolarse con las afirmaciones científicas de que el aparato genital en su conjunto en un estado de alerta se repliega hacia nuestros adentros, haciendo que el instinto de supervivencia prevalezca por encima del pavoneo para conseguir o más bien deslumbrar. Nada de eso, el hombre, por encima de todo, debía tenerla más grande, ande o no ande. Y esa es la conclusión final de nuestro pequeño experimento sociológico. Qué suerte tienen las  mujeres, que controlan el aparente estado de su cuerpo. Ya estamos pensando en Kalahari en como echar un cable. Creemos que para el año que viene haremos puenting naturista con pastilla de Viagra incorporada. A ver si así no se rajan los que no tienen raja…jaja…jaja.

Metamorfosis retráctil de un puenting nudista

Durante 28 años todos los sábados a la noche realizamos el mismo ritual en kalahari. La torra o barbacoa, es el punto de encuentro donde se dirime todas las fatigas del día. Al caer la noche casi religiosamente el fuego prende entre retorcidas cepas. Combustible extraído de los campos de viñas locales, que arrancadas y secadas al albor de los tiempos nos proporcionan las incandescentes brasas para cocinar el proteínico embutido del  pueblo.

Festival de longanizas, morcillas o chorizos, sin descuidar la picosilla GÜEÑA, embutido autóctono de gran éxito (mezcla entre longaniza y chorizo, con personalidad propia) también la panceta, las costillas de cerdo o el pollo al “ras el hanou”. No nos podíamos olvidar de los vegetas que tienen su propia parcela gastronómica a base de verduras de temporada. ¿Y Qué sería de la comida sin la bebida? Aquí lo regamos todo con vino bobal la variedad propia del terreno. Para culminar nuestra pantagruélica experiencia con un té del cual no podemos revelar el secreto de su composición, pero que sin duda otorgará un remate delicioso a la cena.

¿Sí alguien espera sentarse en una mesa a zampar? se equivoca, pues la forma que procedemos es a colocar toda la comida en las mesas centrales y los asientos separados de ella. Utilizamos el pan como plato y no utilizamos cubiertos. Así de informal nos gusta, para que puedas hablar con unos u otros lo que más te apetezca. Creemos que sentarte en una mesa limita demasiado con quien te toca enfrente o a un lado, de esta forma te encuentras libre de poder charlar y compartir la comida con quien quieras, sin formalismos, ni protocolos. Al natural.

Aparte de alimentarnos, la barbacoa en Kalahari es algo más… Es el lugar donde compartimos las aventuras acontecidas del día. No faltan anécdotas o espontáneos que se lanzan a cantar o contar un chiste. El ambiente está garantizado entre todas las personas que decidieron pasar un finde con nosotros. Es el momento más buscado por los guías de las diferentes actividades que realizamos. Donde se interactúa y se confunden guías con clientes y clientes con guías, sin llegar a saber a que grupo perteneces.

Sí la carne del pueblo es la base de la cena, no es menos importante el humor con lo que nos tomamos la vida, creando un efecto contagio siempre dispuestos a echarnos unas buenas risas y a vivir intensamente como nos gusta. Y, como os gusta a vosotros, así nos lo hacéis saber.

Ven a pasar el día a kalahari  te proponemos  muchas cosas o vente unos días con nosotros aquí tienes los packs:

PACK COMPLETO PASCUAS

DIAS   7, 8, 9 y 10 de abril

4 ACTIVIDADES A ELEGIR (las actividades son de larga duración, mínimo medio día) incluye una noche de barbacoa + 3 noches de alojamiento + 1 de regalo

RAFTING

RIVER SUP

KAYAK abierto

KAYAK cerrado

CANOA doble

SUPERVIVENCIA  UTIL

MULTIAVENTURA   (escalada, trelkking y pista de obstáculos)

DESCENSO DE BARRACO   (suplemento 5 € tasas)

Precio por persona …………………….240 € por persona

PRECIO EXPECIAL GRUPOS PACK COMPLETO

Grupo de 4 personas ……………………..198 € por persona

Grupo de 6 personas…………………….. 185 € por persona

Grupo de 8 personas……………………..  175 € por persona

PACK DE 2 DIAS UNA NOCHE

2 ACTIVIDADES A ELEGIR + 1 NOCHE + BARBACOA   Precio   120€ por persona

NOTA

Los alojamientos son en nuestros tipis indios donde dispondrás de cómodos colchones. Necesario traer ropa de cama o saco de dormir.

Las barbacoas se necesita un mínimo de 10 personas, sí son menos se facilitara la carne las verduras, la leña y las parrillas para que cada uno se la haga en nuestras instalaciones.

Las actividades a elegir se necesitan un mínimo de 5 personas para realizarla. Lo normal es que las actividades más clásicas no hay problema para llegar al mínimo.

La actividad de descenso de barranco lleva un suplemento de 5 € para los permisos de entrada

Los precios de las actividades incluyen material necesario para su realización, guías profesionales, seguros de R.C. y accidentes e impuestos.

No incluye transporte a las actividades, ni calzado para las actividades, hay que traer zapatillas deportivas o escarpines. No chanclas.

 

Desde que compré el teleportador de materia, no paro en casa. Ya me deshice del teletrasportador, aquel viejo cacharro que me hacía pasar a la velocidad de la luz por todo el universo. Con el teleportador salgo de mi casa y, zas, aparezco en Sirio sin tener que pasar por ninguna escabrosa área plagada de meteoritos o escombros interestelares. Ayer mismo me fui  al horizonte de sucesos del agujero negro 384-X-34Q, que me habían recomendado. Justo en el borde mismo, en primera línea, estuve haciendo un picnic ante el atrayente y negro agujero. Mañana me voy a un exoplaneta de la constelación de tauro, donde hay unas formaciones de cristales de berilio fantásticas para hacerme unas fotos y ser la envidia de la galaxia. Cada vez me aburre más la tierra: que sí un día hace calor, que si otro te hielas, después del cambio climático esto es un coñazo. No sabes a qué atenerte. Está todo hecho un páramo inhabitable, tal y como lo dejaron después de la guerra nuclear entre americanos y rusos por Ucrania. Se lo tuvieron merecido, tanta arrogancia, tanta desfachatez, ahora ya no vive ninguno de ellos para contarlo. Menos mal que siempre nos quedará África. Aunque cada vez nos ponen más problemas para emigrar allí. El black power no quiere mestizaje, según ellos se debilita la raza y la hace más fea y débil ante las radiaciones. Al final tendremos que irnos a la vecina galaxia de Andrómeda. Hay un planeta enano con atmosfera y vida jurásica que está empezando a domesticarse. Lo  vi en una agencia interespacial llamada Aldebarán holidays. Bueno, es una opción, no creo que consiga entrar en África sin papeles. Y si entro me espera un trabajo de mierda hasta conseguir el permiso de residencia.

 

Microrrelatos

Antonio Robledo ZAPA

Sabía que era un destino cautivador. Después de haber visitado en once ocasiones Nepal, haber viajado a Sri Lanka o a la isla hindú de Bali, la gente se asombraba de que no conociera la India. La tenía reservada en la alacena de los viajes épicos. No me valía ir en cualquier momento, ni con cualquier pretexto, tenía que ser especial. Era consciente de que éste era el momento. Aun así, apenas he conocido el subcontinente indio, un mes no da para mucho ante tremendo territorio. Es como viajar a un país de África y decir que conoces África. Por lo poco que he podido conocer, siento que la India no es un país, es una auténtica civilización, es algo más que el perímetro de una nación, es una interpretación propia de la existencia. Las civilizaciones son un conjunto de costumbres, saberes y artes propios de una sociedad. Todas ellas crean una diferenciación de otras áreas humanas. Esa es la lección que he podido aprender en apenas tres destinos. Me encuentro en un momento en el que ya no necesito conocer muchos lugares, sino conocer en profundidad donde me hallo y poder saborear cada plaza que visito, aunque sean pocas.

Me fui con un amigo habitual en mis aventuras, Yelito, un buen compañero capaz de averiguar y entrometerse en sitios que por mí mismo no me hubiera atrevido. A su vez, yo le proporcionaba esas otras experiencias donde él no podría haber llegado nunca. Digamos que la complementación ha sido muy fructífera y el viaje nos ha deparado intensidad, sin sufrir ansiedad. Nos levantábamos todos los días sobre las 10 de la mañana, lo cual nos permitía estar frescos para lo que nos acontecía en el día a día. Los que nos han seguido en las redes sociales pueden haber visto todo o casi todo lo acontecido, reservándonos ciertas áreas que solo se pueden contar en vivo.

Como últimamente en todos mis viajes, me he hecho acompañar de mi tabla de SUP. Ella me permite tener un punto de vista fuera de lo común. Navegar entre las piras funerarias del Ganges a su paso por Benarés (Varanasi) o remar en los blackwaters de Kerala o las playas del mar arábigo en Varkala ha sido todo un privilegio, que me otorga un placer más allá de lo tangible.

El viaje comenzó en Emiratos Árabes Unidos, en la populosa ciudad de Dubai. Un obsceno estado próximo a la ficción que alberga todo lo que la mayoría de los humanos no podemos permitirnos. Es un fascinante producto hecho de petrodólares y abundancia llegada de turbias procedencias. Durante 5 días fui acompañado de mi buen amigo Miguel Ángel, que me hizo de cicerone por las mega construcciones urbanas del desierto domesticado y, cómo no…, también me llevó al otro lado del telón, a la naturaleza más paupérrima y árida del territorio arábigo, el desierto, llegando a colarnos incluso en tierras de Omán.

Desde ahí volé a la India, llegando a mi primer destino, la ciudad del yoga, Rishikesh, a orillas de un Ganges recién expulsado del Himalaya, donde ya los Beatles se percataron de su atractiva belleza. Alquilamos las míticas Royal Enfield y recorrimos en moto sus inmediaciones. Pudimos asombrarnos de varios Artis (ceremonias a la puesta y salida del sol con cánticos, rezos y fuegos dando la bienvenida y despedida al astro rey) ante Shiva y sus consortes, presentes en todos los rincones.

De ahí volamos a Benarés o Varanasi, uno de los centros energéticos más impresionantes del globo. Dicen ser la ciudad más antigua del mundo, fundada por el propio Shiva. Situada en el Ganges, ciudad sagrada, capital de la espiritualidad hindú, es conocida por sus Ghats, gradas que llevan al río, donde se lanzan las Pujas. También ahí tienen lugar los crematorios de los difuntos, con sus cenizas arrojadas al río para la renovación de los ciclos y el karma. No tengo palabras para describirla, sólo sé que antes de irme de este mundo volveré. Aquí la vida y la más mísera existencia se dan la mano envueltas en un místico halo de inefable espiritualidad.

Por último, para completar el círculo, volamos a Kerala, el estado comunista del suroeste costero hindú. Este estado es a la vez la región más prospera de la India, donde existe el mayor índice de escolarización y esperanza de vida del todo el país. Paradójicamente, conviven hindúes, musulmanes, cristianos, jainistas y algún que otro judío en perfecta armonía. Sus playas son fantásticas, rodeadas de cocoteros y vegetación exuberante. Paralelos a la costa se encuentran unos canales llamados blackwaters, por donde transitan estas casas barco, reconvertidas en una experiencia fluvial para el turismo de paz y sosiego entre arrozales y zonas de cultivo. Aunque yo no crea en el comunismo como solución a los problemas, sí puedo ver que en esta tierra da sus frutos en oportunidades e igualdades. La asombrosa Kerala es un lugar paradisíaco donde hasta las desfasadas ideologías funcionan eficazmente.

Las gentes en la India hacen un consumo moderado de alcohol, lo cual evita desorbitantes reacciones. Con ello no quiero decir que no sean amantes de las fiestas y de los bailes. Si algo hay son fiestas, festivales o bodas, cada dos por tres te tropiezas con alguno de ellos. Todo se celebra, cuando no una religión lo hace la otra. Son muy escandalosos, les gusta elevar el sonido a lo más alto. Pasa lo mismo con su circulación, ahí sí que critico el uso exacerbado del claxon. Para un occidentalito como yo, resulta estridente y molesto a más no poder. Creo que eso sí les va a costar cambiarlo algún día. La falta de reglas en la conducción es un problema que a ellos les parece de lo más normal, nadie se enfada y todos asumen que así debe ser.

Algo a resaltar de esta civilización es el vegetarianismo del que hacen gala. La carne, más bien escasa, entre hindúes que no comen vaca y musulmanes que no comen cerdo, no da lugar a muchas opciones para comer chicha. Esta alimentación les hace tener una dieta equilibrada sin sobrepesos y, en cierta forma, sana. Digamos que la falta de sustancia de sus guisos la suplen con el massala  (currys), con destacada presencia de incandescentes picantes.

En este viaje he conocido desde la opulencia más desmesurada en Emiratos a la indigencia más avergonzante en India. Pero con lo que más me quedo de este último país es con sus gentes, amables y sonrientes. En ningún momento tuvimos un mal rollo o rechazo, todo ha sido bonito, cautivante y honesto. Y además barato, muy barato. Namaste. Y una última cuestión, porque cojones India se escribe sin hache e hindú si, ¿alguien lo sabe?

 

Antonio Robledo ZAPA

Llevo muchos años trabajando de guía de viajes de aventuras, reconozco que me encanta. Esto no es óbice que a veces sea duro, pues son muchos los factores que influyen en el desarrollo de un viaje. Mi objetivo siempre es el mismo: hacerles “el viaje de sus vidas”. Puede parecer pretencioso pero ese debe ser el fin de cualquier guía. Mostrarles lugares exóticos, paisajes inolvidables, compartir momentos con gentes de culturas antagónicas, sentir que donde pisan es territorio indómito.  Considerarse seguros a pesar de rozar los límites. Todo esto y mucho más hay que tener en cuenta en un destino de aventuras. Luego viene el factor humano, lo más delicado. ¿Cómo hacer para que el grupo no se disperse, no se resquebraje en intereses personales por encima del bien común? Son viajes grupales en los cuales se convive mucho y la predisposición al resto es fundamental. En Kalahari ponemos unos filtros que funcionan muy bien. Dejamos claro que no queremos gentes tiquismiquis, tocapelotas, pejigueras o melindrosos. Queda bien claro que esa gente no es bienvenida. Como guía siempre ofreceremos el 200 % y si alguna cosa no se puede realizar por factores externos lo suplimos con creces. El viaje es una nave que en el trascurso de su singladura sucederán anécdotas, vivencias y  espontaneas sorpresas. Estas se deben aprovechar y sacarles jugo. No hay que ceñirse al programa al pie de la letra. Lo importante es que las personas que decidan por estos viajes vean bien empleados sus dineros y  aprovechar el tiempo al máximo, pues suele pasar que los usuarios apenas tienen tiempo de vacaciones y nosotros seremos los que les daremos valor a ese tiempo con experiencias tras experiencias. De hecho por si solos les hubiera costado mucho tiempo hallarlas. Para eso está el guía y su función, él será quien lleve a buen puerto la nave del viaje.

Egipto es un destino muy solicitado y hay muchas formas de visitarlo. Existen los paquetes que te muestran el Egipto que quieren que veas: el amable, confortable, limpio, de resort y crucero. Tan respetable como cualquier otro tipo de turismo, para descansar y ver el histórico Egipto es suficiente. Lo que os proponemos aquí nada tiene que ver, es el Egipto implacable, el de los egipcios, el de la ancestral cultura del Nilo, del desierto, de sus alegres gentes, el  de nubios y beduinos. El de musulmanes y coptos. El de falucas y tablas de paddle. El de agua y sol. El de Osiris e Isis. El de oriente y occidente. Existen muchas formas de visitar Egipto, pero lo que te proponemos sin duda nadie lo hace. Somos exclusivos, algunos han intentado copiarnos, pero no hay manera. Te esperamos en octubre del 2023, grupos reducidos.

No vi ni mujeres desnudas cabalgando en caballos por la selva, ni repartidores de paquetes despistados buscando una dirección, sólo vi frondosidad y un cielo verde que como palio cubría  todo. Era el Amazonas.

A lo largo de mi vida, “ y ya son muchos años”, me he dedicado a descender ríos por el ancho mundo, cientos de ríos diferentes. Ríos vertiginosos, límpidos como el amanecer, blancos  deshielo, chocolate, negros como la noche, ríos que se precipitan por cascadas, desbordados, de cauces raquíticos, verdes turquesa, amables y apacibles, bestias indomables, salobres, dulces, fétidos, pesados por sus metales, ríos que desaparecen en la tierra, mar, lagos o agujeros infernales. Ríos con solo una orilla, ríos domesticados y muchos, muchos, la mayoría, salvajes. 

Pero como el Amazonas ninguno.

Una vida dedicada a comprender el lenguaje de los ríos. Utilicé para navegarlos kayaks, balsas de rafting, canoas, hidrotrineos, neumáticos, kayucos y desde hace unos doce años aprendí a bajarlos de pie, erguido, intentando no doblegarme ante turbulencias, desniveles u obstáculos. El SUP o Stand Up Paddle o paddle surf apareció en mi vida y me enamoré de esta nueva embarcación y sobre todo de su perspectiva.

Hace poco me uní a un grupo para bajar un río de la cuenca amazónica en SUP. Me contrataron como especialista para ver si se podían organizar grupos. Iba acompañado de un pueblo indígena amazónico, llamado los Sapara. Apenas quedan 500 miembros de esta etnia hoy en día. Los virus y sobretodo el caucho diezmaron su población. Hoy están intentando recuperar su lengua, el Sapara. Sólo dos abuelos la conservan, el quichua se impuso. El español les cuesta hablarlo, a pesar de encontrarse en Ecuador.

Comimos y bebimos lo que nos daba la jungla durante esa semana. Nos olvidamos de nuestra alimentación para convertirnos en pobladores de la selva.

El primer día que nos metimos en el río no había dejado de llover, como solo llueve en la jungla. El caudal creció convirtiéndolo en peligroso si no se conoce la mecánica del agua. El resto del grupo iba en cayucos conducidos por expertos indígenas. Aun así hubo algún problema debido a la súbita crecida. La singularidad de su cauce la determinaban sus constantes meandros, curva tras curva no había ni un solo momento en que el río tuviera cien metros en línea recta. Si no eras precavido, te podía lanzar sobre el exterior del meandro. La vegetación interrumpía el camino y en vez de sortear rápidos, había que sortear los troncos que cruzaban en ocasiones de lado a lado el río y que los indígenas decían que eran los puentes que utilizaban los jaguares.

Imagínense remar por un jardín botánico, un jardín de plantas y árboles plantados por el azar que sólo la naturaleza puede ofrecer. Helechos arbóreos, bambús, lianas, palmas, ceibas, plantas con hojas del tamaño de sábanas, flores, orquídeas, como si un jardinero se hubiera molestado en crear un decorado. Era simplemente maravilloso.

Con el tiempo el río llamado Pinguyaku fue cogiendo anchura. Numerosos afluentes tributaban aguas a su cauce, permitiendo y facilitando su navegación. Cuando me bañaba en sus aguas de color terracota notaba como sus fondos estaban repletos de troncos hundidos, ocultos a través de los tiempos. Era una auténtica red de troncos invisibles que cubría sus fondos y los hacía peligrosos.

 

Durante mis baños no cesaba de pensar en las anacondas y portaba un cuchillo a mano por si sintiera su fraternal abrazo.  Nunca había tenido las sensaciones de un río así, uno de los miles de afluentes que vierten aguas al Amazonas y que hacen que por algo éste sea la madre de los ríos. La conclusión final es que, afortunadamente para su salvación, no es apto para bajar con grupos. No hay constancia de que alguien lo haya hecho antes.  Es la primera vez que se desciende en SUP un río de la cuenca amazónica.

Por Antonio Robledo “ZAPA”

Antonio Robledo ZAPA – 1966

Guía de embarcaciones de aguas bravas federación española de piragüismo 1998

Aperturista de ríos

Pionero en river SUP desde 2008

Miembro del equipo de Al Filo de lo Imposible

Profesor de seguridad y rescate en aguas vivas

Fundador de Kalahari Aventuras en 1995, empresa pionera en el río Cabriel

Autor de Manual de SUP en aguas vivas

Autor de Manual de rescate en SUP en inundaciones y crecidas

Diseñador de tablas de SUP

Profesor guide master international SUP river

Guía de viajes de aventura en Marruecos, China, Nepal, Tailandia, etc

Director de expedición primeros descensos en SUP del río Nilo y río Gambia

Inventor, escritor y aventurero

 

 

 

 

 

 

La seguridad es algo obvio en cualquier actividad física, pero el exceso de seguridad no deja de ser parte ignorante del que no está verdaderamente preparado.  Las personas que deciden  acaban culminando en tajantes prohibiciones. Quien no sabe o carece de experiencia toma decisiones que coartan las actividades de forma inexplicable.

En nombre de velar por tú seguridad destrozan cualquier iniciativa, más por salvaguardarse uno mismo que por de verdad protegernos.

El ser humano siempre se ha aventurado en todas sus facetas y ha llegado más allá de lo establecido, conquistando lugares e ideas que anteriormente no se contemplaban o que simplemente no se eran capaces de llevar a cabo.

Siempre hay algún iluminado con potestad  de prohibir ciertos deportes en la naturaleza:  como surfear un día de bandera roja o bajar un río con una crecida, Justamente el momento más deseado por estos deportistas para la práctica de esas actividades, también los medios de comunicación convencen a la masa para que critiquen y opinen sin tener ni idea, exagerando la osadía como un acto de irresponsabilidad

Estos deportistas-aventureros requieren de esa incertidumbre de ese algo más para superarse.  La sobreprotección es algo que cohíbe y censura la normal evolución del ser humano no solo en los deportes sino en la propia educación del hombre. El ser humano necesita de esos errores para aprender, de esas pequeñas controversias que nos dan la vida y que son fundamentales para el desarrollo educativo. La gestión y aprendizaje de esas frustraciones es capital, porqué de los éxitos se aprende proporcionalmente muy poco a comparación de los fracasos recibidos. Unas veces se vence y otras se aprende, reza un dicho muy común entre deportistas.

También ciertas empresas juegan con esa máxima, confundiendo deportes de aventura con parques temáticos, en estos últimos, el riesgo debe ser mínimo ya que el cliente busca la sorpresa y la emoción sin riesgos, pero los deportes de aventura que se realizan en un medio natural  siempre contemplan cierto riesgo no controlado que el cliente debe de asumir, un esguince, una caída, un susto, un cambio meteorológico repentino, una picadura de un insecto, cosas incontrolables y que algunos venden como imposibles en un mundo cambiante e imperfecto (afortunadamente) de ahí viene el apelativo “aventura” acción de resultado incierto. Para ello están los guías profesionales para minimizar los agentes externos que pueden influir en el resultado. Aunque hay algo que nunca se puede prever y es la reacción humana de cada individuo ante una situación de estrés, aquí cada uno tiene que confiar en sí mismo.

El riesgo cero no existe y con el riesgo convivimos, desde conducir una bicicleta, hasta dar una vuelta con una moto y no digamos el mero hecho de conducir a cierta velocidad y pasar a escasos metros de otro coche que viene en dirección opuesta, todo ello y más, es un peligro potencialmente mortal, de la misma forma que pasear por una acera y te caiga una teja en la cabeza y no por eso se debe de PROHIBIR, sino acostumbrarse a una realidad maravillosamente imperfecta.

Antonio Robledo ZAPA

Durante años he visto absurdo tener ilegalizada la marihuana, no entendía como una droga blanda, como puede ser el alcohol, se persiguiera y se demonizaba hasta tal punto de considerarla una amenaza pública. Yo que soy consumidor esporádico/lúdico de esta sustancia, no entendía nada de esa obsesión judicial. Ahora después de darle vueltas al poliedro de las interpretaciones, he visto la cara de la disconformidad y me opongo a que sea legalizada. Legal o ilegal no creo que varíe mucho el número de consumidores, seguramente pasaría como en Holanda, bajaría el consumo al hacerla de curso legal. Mis razones para mantener su ilegalización se basa en datos económicos principalmente. ¿Quién no tiene un conocido o amigo de un conocido que se dedique al menudeo de su venta?, o ¿al pequeño cultivador de unas cuantas plantas que le ayudan a poder sobrevivir la maltrecha economía? ¡Ojo! No hablo de grandes plantaciones que alimentan las mafias y la delincuencia organizada. Hablo del pequeño camello que forma parte de la sociedad actual. Son muchas las personas que pueden vivir de una pequeña producción o venta, de esta maravillosa planta. Podría contarse como miles los que dedican su economía o parte de ella a este vilipendiado negocio. Un ingente número de personas que iría al paro o la precariedad económica con su legalización.

Son muchas las multinacionales que han puesto el ojo en el cannabis como fuente de negocio. Os vaticino lo que pasaría si no se pone orden en su producción. En nombre del libre comercio y en el más puro e insaciable oportunismo. Se crearían grandes plantaciones, se dedicaría enormes  extensiones totalmente mecanizada a modo de latifundios, generando un número irrisorio de puestos de trabajo y pingues beneficios a esos que menos falta les hace, las multinacionales. Como en tantas otras ocasiones se concentraría en muy pocas manos la riqueza que pudiera producir tal maná. Haciendo desaparecer a ese sector del menudeo o pequeño camello. Por eso me opongo a su legalización. ¡Es más! creo que no volveré a fumar si algún día se legaliza de esa forma.

Si por el contrario se respetara el minifundio y el cultivador pequeño y organizado, donde ese  campesino pudiera sacarse un sueldo digno por su cultivo y hubiera un auténtico reparto de la riqueza, entonces solo entonces tendría mi total apoyo en su legalización. Esto serviría para que nuevos agricultores poblaran la España rural, se presentaría como nuevo paradigma de oportunidades en la vaciada España y todo gracias a la hierba. Todo ello tendría una función constructiva y respetuosa con los habitantes y seguramente con el medio ambiente también. Pero me da,  que por ahí no van las intenciones o al menos eso parece.

Las 12 cosas que debes de saber antes de contratar una actividad de aventura

Suponemos que al contratar una actividad de aventura el riesgo será cero, pero no es así, riesgo existe siempre de lesionarse o accidentarse.  Esto se acentúa cuando contratas los precios más baratos en las ofertas que os plantean de una misma actividad entre un abanico amplio de empresas. ¿Cómo se entiende que varíe los precios tanto sí los gastos, materiales, guías e impuestos son exactamente los mismos?. – ¡Conseguí la mejor oferta del lugar para hacer rafting! ¿Qué significa esto? Que la empresa que ofrece esos precios debe abaratar de algún modo para conseguir los mismos o parecidos beneficios.

Por tan solo unos euros puedes tener una experiencia desagradable o que la recuerdes el resto de tu vida, como aquel día que pusiste tu seguridad y la de los tuyos en manos de un chollo, en una actividad de riesgo.

Os desvelamos como conseguir abaratar una actividad que conlleva ciertos requisitos de seguridad y una compleja estructura. Estas son 12 formas de deteriorar una actividad de riesgo en post de la seguridad.

1 Un guía no formado o sin experiencia suficiente. Estos suelen cobrar bastante menos que un guía profesional a cuya actividad se ha dedicado a formarse y a cultivarse en la materia. A menudo se recurre a becarios, sin conocimientos suficientes, estos no protestan y están dispuestos siempre a cambio de muy poco dinero.

2 Materiales no homologados o de dudosa procedencia (más baratos) a menudo en el rafting se  recurre a balsas chinas que se deshinchan a mitad de camino o no están preparadas para soportar las aguas bravas. Chalecos que ahogan más que salvan o cascos que bailan en las cabezas de los clientes.

3 Guías sin contrato,, otra forma de abaratar es no contratando al guía y pagarle un sueldo en negro para no tener que cotizar y resultarle más barato a la empresa, para poder ser más competitivos.

4 No pagar los impuestos correspondientes, saltarse el IVA y el resto de los impuestos. Si no se paga el IVA se obtiene un 21% más de ingresos para la empresa.

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5 Realizar trabajos extras no correspondientes a la labor de guiar, no solo guiar sino hacer de chofer, fotógrafo, animador, etc relajando los estándares de seguridad. La mayoría de las veces no remunerados.

6  Publicidad engañosa. Mentir en la información que se le da en la web, decir que la actividad dura 2 horas y en realidad dura 1 hora, de esta forma se pueden realizar varios turnos en un mismo día y rentabilizar el trabajo de un guía para la empresa.

7 Cero respeto por el medio ambiente, solo en sus webs verás que cuidan el medio ambiente como el que más y que forma parte de su decálogo, pero solo en el papel, porque no destinan nada de su tiempo a conservar la naturaleza donde recurren a ella para lucrarse. Sin contraprestación alguna al medio que les da de comer.

8 Desaparecer de la escena. Cuando se les busca después de la actividad para reclamar alguna incidencia, no aparecen por ningún lado, los más considerados dicen que no están en esos momentos y los más descarados ni siquiera responden a los teléfonos

9 No encontrar reseñas por ningún lugar para que el cliente no se ahuyente con lo que dicen otros clientes al verse sorprendidos por la baja calidad. Por otro lado se encargan de amortiguar las malas críticas poniendo reseñas falsas sobre valoradas. Para mitigar la negativas y subir la media.

10 Hacer cursos de monitores para conseguir instructores baratos en prácticas mal formados y en tiempo record. Así de esta forma podrán realizar las prácticas en sus empresas a costo cero, con el pretexto de la formación. Con esto se consigue que la persona pague por recibir la formación y a la vez trabaje gratuitamente. Todo beneficio.

11 Empresarios sin escrúpulos que ven oportunidad de negocio sin ningún tipo de cautela sobre el riesgo que están desarrollando sus monitores, Solo ven números fuera sentimientos, precauciones y riesgos. Si vienen borrachos una despedida de soltero, no pueden negarse los guías a no aceptar gente que no se encuentran en sus plenas condiciones físicas ni psíquicas. Estas empresas son cada vez más frecuentes y realmente son muy perjudiciales para el sector, pues les da absolutamente igual todo lo que concierne a la actividad excepto el beneficio.

12 Webs diseñadas para el engaño del usuario. Probablemente sean mejores informáticos que empresarios de actividades. El posicionamiento viene pagado por el ardwords, pero no solo eso, la utilización de fotos  de otros lugares que no reflejan la realidad de la actividad, textos infames donde se valoran sus excelencias, información destinada a crear confusión para que la actividad sea lo que quieras buscar y no lo que realmente te vas a encontrar. Sobre valoración de currículos, falta de actualización, reflejo de actividades que no se hacen que solo sirven para el reclamo. Toda una ficción con el cebo de la super oferta.

 

ATENCIÖN No estamos hablando de empresas piratas, son empresas legalmente constituidas y en ocasiones con muchos años en el mercado, esto último no es una garantía absoluta, pues muchas veces venden la antigüedad como elemento diferenciador pero todos sus guías pueden ser nuevos o gente sin experiencia, y lo decimos nosotros que llevamos 26 años trabajando.

Nota: Realmente no sabríamos aconsejarte como encontrar una empresa fiable, pero nosotros apostaríamos por buscar compañías pequeñas, donde los dueños estén en activo y sean visibles en todo momento, ellos serán la imagen, la veracidad de la empresa y  por supuesto los que den la cara. Sí que desaconsejamos las macro empresas, que funcionan como maquinas sin alma, sin el factor y sentimiento humano tan imprescindible para este trabajo, donde el cliente deposita toda su confianza para realizar una actividad de riesgo. Esto no es una fábrica de embutidos, esto es una exposición al riesgo y sobre todo un acto de fe y confianza con la persona que nos guíe y la empresa que lo respalde.

 

Antonio Robledo ZAPA

 

 

En el mundo de las aguas bravas utilizamos la lectura de rio para interpretar una sección de rio en su descenso. No es más que identificar los diferentes accidentes y movimientos de las aguas para su utilización en la navegación. Cómo reconocer algo que nos puede beneficiar a la hora de buscar el camino correcto, o “línea”, en el argot riachero. La lectura de río es muy importante, ya que lo que vemos en la superficie nos permitirá avanzar o desistir en el intento.  Cuando el paso es imposible de hacer, nos encontramos ante un infranqueable. Ello no deja de ser relativo, pues deja de ser infranqueable cuando viene alguien y lo supera con éxito. Hoy por hoy se están bajando tramos que hace tan solo unos años nos parecían inverosímiles, pero el ser humano es fascinante y su capacidad de superación es cuanto menos asombrosa. La lectura de río se adquiere principalmente a través de la experiencia. Bajar ríos de diferentes gradaciones hacen que el hombre de las aguas blancas posea suficientes registros para poder acatar con solvencia los pasos. Los sustos son las vallas que nos colocan los ríos para superarlas. Saber con conocimiento de causa como retiene un rebufo o la succión de un sifón son situaciones que modelan y configuran a un hombre de río. Todas estas anomalías van a parar al saco del conocimiento.

Durante mi vida como kayakista anteriormente y paddle surfista de río ahora, he tenido miles de situaciones  esperadas y otras inesperadas en los ríos de los cinco continentes.  Una de las ecuaciones más difíciles en las aguas turbulentas es saber diferenciar entre lo que es un rulo y lo que es un rebufo. A priori parece fácil, pero en muchas ocasiones la cosa no está tan clara y, dependiendo de si es una cosa u otra, puede correr riesgo tu vida o al menos puedes llevarte un gran susto.  Este es el mejor indicativo de la experticie del hombre de río, pues a lo largo del ancho mundo he visto gente que aparentaba tener grandes conocimientos, y sin embargo no llegaba a diferenciar el rulo del rebufo. Y es que a veces es tan sutil la diferencia, que puede confundir. En conclusión, la lectura sirve para saber dónde puedes o no puedes meterte, hermano. También puedes intentar convencer a otro y que lo pruebe él, -Metete ahí  bro que no pasa nada, jejeje. Y si sale ya lo intento yo…

Dicen que solo el mar curte al marinero, y como marino de agua dulce que soy no puedo estar más de acuerdo. El río con todas sus variables proporciona toneladas de  anécdotas y situaciones extraordinarias, produce una combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar, lo inimaginable sucede y nada podemos hacer hasta que se presenta ante nosotros.

Me habían solicitado para impartir un monográfico de río en una empresa amiga en tierras del alto Segura. Durante dos días bajamos en balsa de rafting, kayak y river SUP.  Un poupourri de formas de descender un río fácil ( grado IIº ) para que a los becarios recién salidos de ciclos deportivos motivarlos de alguna forma. Mostrarles  que podía ser una buena y bonita forma de ganarse la vida. Enseguida me di cuenta de quien pintaba maneras y quién no. Formula que me falla muy a menudo y por la cual he aprendido a esperar pacientemente hasta que la evidencia me lo demuestre. El grupo era majo y lo importante: “se les veía ilusionados y ávidos de aprender”. Tengo por costumbre no solo enseñarles técnica de navegación, sino darles seguridad, autorrescate, algo de animación y fundamentos básicos del guíaje de grupos. Aunque dos días no es nada, mi intención y la de mi amigo era sembrarles la semilla de la curiosidad, para que realmente deseen formarse como profesionales del sector de la aventura.

El segundo día repetíamos el tramo, les propuse cambiar de embarcación para que todos probaran de todo. La ruta aunque sencilla gozaba de la belleza de un río mediterráneo, con sus rincones idílicos entre murallas de caliza y bosques aromáticos.

En una de estas, el río andaba plano y con una corriente muy suave, en aguas transparentes con un toque  aturquesado que proporciona el karst, cuando prácticamente a mi lado uno de los chavales se relajó y en los restos de un viejo árbol  que yacía en el cauce semisumergido chocó con la tabla, fue una caída más entre todas las que suelen suceder en el descenso de un río sin más.

El chico me miró y casi sonriendo me dijo: – Se me ha quedado enganchado el pie. Al segundo me di cuenta de la gravedad del asunto, aunque el río no revestía ningún peligro aparente. Me di cuenta de que era un empotramiento, o pie atorado  y si bien no daba sensación de peligro podía haberlo. Paré a todo el mundo y sacamos cuerdas para tirar desde arriba.

Se le había enganchado los cordones de la zapatilla en una rama del tronco sumergido, le dijimos que intentara quitarse la zapatilla, pero no podía por la fuerza de la corriente que a pesar de ser poca le impedía soltarse el zapato del pie, estaba atrapado, conforme pasaba el tiempo el chico, que afortunadamente era fuerte, empezó a agobiarse, intentamos tirar con la cuerda desde arriba pero no resultaba eficaz, tampoco el sitio donde estábamos nos facilitaba la maniobra. Hasta que soltó un agónico  – Por favor podéis cortarme los cordones. Entonces realizamos una cadena humana y un chico se sumergió  con la navaja y pudo cortar los cordones liberándolo. El chico nos confesó que no sabía si estaba cortándoles los cordones o directamente el pie. Lo cierto es que si no hubiéramos estado ahí, el chico probablemente hubiera muerto ahogado en el lugar más insospechado de un apacible río.

Esta situación nos proporcionó una visión realista de lo que es un río, donde nunca hay que bajar la guardia y donde el tramo más sencillo puede convertirse en una pesadilla sí lo infravaloramos o menospreciamos. Fue muy didáctico y ejemplarizante, hasta para mí. El río nos pone a cada uno en su sitio una vez más.

Cuando alguien me pregunta ¿esto es peligroso? La respuesta es una pregunta ¿tú sabes de alguna actividad o acción en esta vida que no conlleve peligro? Y es que el peligro cero, no existe. Se puede intentar minimizar el riesgo o incluso a visitar  un parque temático donde te garantizan la seguridad, pero todo lo que entrañe naturaleza, ríos, montañas, barrancos, posee un factor de riesgo incontrolado que toda persona debe asumir,  si no es así lo mejor es que se quede en casita en el sofá, sin descontar un posible infarto cuando a tu equipo le metan un gol en el último minuto.

Enseñanzas: Si bien no descartamos las zapatillas o botas con cordones para bajar un río, debemos ser conscientes de que hay una posibilidad, por ínfima que sea, donde podamos sufrir un enganche de nuestros cordones. Desde esa experiencia he decidido comprarme unos escarpines con una buena suela y una cremallera lateral, como el modelo abotincaz sin cordones de la compañía vasca seland. De todo se aprende y todo nos enseña, Nos vemos en el río, compañero/a.

Antonio Robledo ZAPA

Kalahari aventuras.

 

 

Si eres de valencia o alrededores no deberías perderte uno de los lugares mas salvajes y mejor conservados del este español: El cañón de las Hoces del río Cabriel.

Cuando hablamos de las Hoces (cañón) la gente en general que ha estado por el Cabriel, cree haber descendido las Hoces, pero son pocos los que realmente conocen el cañón, pues el tramo habitual es el de Tamayo, un recorrido situado aguas abajo del cañón y en el que se concentra  normalmente la actividad de rafting.

Las Hoces es un rafting especial, más elaborado de lo normal. Comienzan justo debajo de la presa de Contreras y solo puede realizarse en verano “y no todos”. Se necesita una cantidad mínima de suelta de agua de la presa para su realización. Este año tenemos el caudal necesario asegurado hasta finales de este mes de agosto, después el caudal mengua hasta dejarlo en el mínimo ecológico convirtiéndolo en innavegable.

No es solo un rafting espectacular por sus rápidos tan emocionantes y divertidos sino por la belleza de su paisaje que encierra las paredes enormes de roca caliza.

Una oportunidad única para conocer este singular y aislado trozo del río Cabriel.

4 horas navegando por sus transparentes aguas, para acabar en el histórico puente de Vadocañas.

Este rafting se necesita salir por caminos escondidos de la geografía de Venta del moro. Lugar de nuestra procedencia y de nuestro territorio. La única forma de conocer el cañón es en balsa de rafting o piragua, de otra forma la geología impide ver el cañón en su integridad, debido a sus serpenteantes meandros y difícil accesos.

Aprovecha este caudaloso verano para conocerlo con los mejores y más preparados guías del río Cabriel. No hace falta ser un grupo, llámanos te acoplamos a los grupos que tenemos.

 

El rafting o balsa neumática se ha convertido desde hace años en la actividad de río más solicitada. Su tamaño, su flotabilidad y estabilidad ha hecho que todo el mundo pueda gozar de un descenso por un río de aguas blancas.

No importa la edad, ni la condición física, esta embarcación realiza el sueño de cualquier persona.