Muchas veces me han preguntado ¿Cómo has podido llevar esa vida de aventuras, te habrás gastado mucho dinero en ello? Mi respuesta ha sido –El dinero es siempre relativo y pocas cosas hay más baratas que realizar una aventura. Puedes salir de tu casa con lo puesto y ponerte andar hacia algún lugar, cercano o lejano, ahí decides tú la envergadura en que quieres convertir tu hazaña. Para ello no necesitas nada más que hambre de improvisación, adaptación y capacidad de sufrimiento. El resto te lo ofrece el destino y sus caprichosas formas. Todo radica en la previsión que quieras dotar a tu aventura, lo organizado que tengas todo y los recursos que dispongas. Sin embargo puedes no informarte de nada, ni siquiera de un mapa, guía o móvil, que facilite tu gesta. El arte de perderse uno y dejarlo todo en manos de la providencia y la intuición.  Todo lo que acontezca tendrá la facultad de sorprendernos, eso es vivir la aventura en estado puro y salvaje, al margen de cualquier tipo de información. O bien prever de ante mano lo que nos vamos a ir encontrando por el camino y tener la planificación absoluta, dejando poco o nada a la improvisación. Aun así no todo es previsible ni todo sale como uno quisiera, ya que en nuestra vida tarde o temprano nos encontraremos con piedras que caen del cielo aun estando despejado.

Toda empresa de resultado incierto podría catalogarse de aventura, y ahí caben muchas cosas, más de lo que nos imaginamos. Desde el momento del nacimiento nos convertimos en potenciales aventureros, somos pasto de las anomalías de nuestra estrella, aquella que dicta nuestra fortuna, nuestro propio sino.

Por mucho que uno sea cauto o precavido, nunca tendrás la certeza al cien por cien que las decisiones que tomemos van a ser las correctas. Las influencias de otros serán decisivas y el giro de nuestro rumbo puede estar a la orden del día en cada acción, en cada decisión, en cada propuesta. Por eso debemos educar a nuestros hijos en desarrollar capacidades resolutivas y de resiliencia que nos otorguen infinidad de registros para poder salir lo menos perjudicado de cualquier atolladero.

Si nos empeñamos en apartar todas las piedras del camino haremos de nuestros descendientes, niños asustadizos, incapaces de tomar una decisión, de afrontar una iniciativa o de valerse por sí mismos. Crearemos personas vulnerables de cristal, frágiles de carácter, victimas del primero que les levante la voz. Carecerán de criterio y serán fáciles de domesticar. La sobre protección acarrea esa lacra. A nuestros hijos hay que enseñarles supervivencia y respeto a partes iguales. De nada sirve crear un superhombre sino sabe convivir, apoyar y apoyarse en los demás. Somos animales gregarios debemos cultivar las relaciones humanas y la empatía, y a la vez ser tipos duros e implacables. Parece contradictorio pero no lo es.

Probablemente la mayor aventura que me he corrido jamás, ha sido la determinación de tener un hijo. Ahora en plena adolescencia donde no sabes por donde vienen las tormentas, el único consuelo que tengo es saber que esta singladura es pasajera y transitoria, y que en las aguas de ese océano vendrán las calmas y los alisios favorables para llegar a buen puerto.

 

Antonio Robledo ZAPA

Últimamente me dedico a escribir con mayor o menor acierto. Noto que con el tiempo me vuelvo más analítico con las cosas que plasmo sobre el papel. Eso me ha ayudado a identificar ciertos comportamientos que abundan en nuestro ser y que se repiten constantemente. Uno de ellos es la tendencia humana a generalizar las cosas, casi sin darnos cuenta acabamos aseverando tajantemente y polarizando nuestras opiniones. O eres del sur o eres del norte, o eres de los buenos o eres de los malos, los españoles somos así y los franceses son asá. Estas declaraciones nos llevan a errar constantemente. En el título de este artículo mismo lo podemos ver. NUESTRO MAYOR ERROR, cuando debería decir: uno de nuestros mayores errores, por eso debemos ser lo más cautos posibles a la hora de escribir o de trasmitir, porque sin percatarnos estamos definiendo nuestras posturas y por ende, enalteciendo nuestro ideario. Al parecer es un problema del subconsciente, porque si somos conscientes sabemos que no todos los rusos son malos o que los ucranianos no son todos buenos. (Por poner un ejemplo de actualidad) Hay rusos que odian a Putin tanto o más que los ucranianos, pero en demasiadas ocasiones escuchamos que Rusia esta asesinando civiles. No es Rusia, es el ejército ruso dirigidos por un psicópata y su equipo. Al igual que uno no tiene la razón absoluta, otros no se encuentran totalmente equivocados, siempre hay un tanto por cien de acierto y un tanto por cien de error. Habría que ver cuál es ese tanto por cien de una cosa u otra. Pero al ser humano le es más sencillo generalizar y decir: – Este es un idiota absoluto y este otro un ejemplo a seguir. Otro ejemplo seria catalogar a las personas como inteligentes o necias, cuando está demostrado que hay muchas clases de inteligencia y el que es listo para una cosa puede ser un zopenco para otra, y volvemos a esas generalizaciones que tanto nos gustan, a pesar de que sepamos que no estamos hablando con propiedad ni coherencia. Afinemos nuestra puntería con las palabras, os lo dice el peor francotirador del mundo.

Antonio Robledo ZAPA

Despedimos el año con nuestra tradicional concentración invernal de river SUP. Este año la hemos hecho por tierras de Extrema-dura. En los ríos Jerte y Tormes.

Han sido dos días muy divertidos  durante l0s que nos acompañó el buen tiempo. Nos juntamos gentes de Valencia, Alicante, Extremadura, Cantabria, Asturias, Francia y Madrid. En estos descensos nada competitivos el ambiente es muy relajado y el reto lo tiene uno mismo con el río, (sin que vaya nada en juego)  a sabiendas de que siempre estará apoyado por la camaradería que reina en el río.

No lo hemos hecho público por las restricciones del COVID. La siguiente podrá apuntarse más gente, “seguro”. Esta vez fuimos 12, más los kayakistas del segundo día. En el Jerte descendimos 17 km de grado IIº+ de dificultad, con algún paso rozando el 3. Al principio el río se desparramaba tomando mucha anchura y haciendo los pasos muy someros pero, poco a poco, tomo un cauce más definido y también más movido. A pesar de ser un tramo poco frecuentado, se encontraba prácticamente limpio de árboles caídos.

El nivel de los participantes era muy bueno, la mayoría de los pasos se sacaban de pie sobre la tabla. Hubo caídas espectaculares también, pero eso forma parte del espectáculo, sino te quedas en casa. Acabamos en el pantano de Plasencia, donde tuvimos una puesta de sol espectacular. El mesón Antonio, a pesar de su resistencia inicial (por el horario), nos sacó unos huevos con jamón que nos supieron a gloria, al calor de una reconstituyente  lumbre. Allí pudimos platicar sobre las anécdotas y vivencias que nos deparo el Jerte, entre muchas risas y el buen rollo que nos caracteriza a la gente de río.

Esa noche nos fuimos a dormir con las furgonetas a la playa de Puente Angosto. Al día siguiente nos esperaba el Tormes. Este río tenía otras características y más agua. Durante el descenso nos acompañaron unos kayakistas que nos abrían generosamente los rápidos. Nada más empezar el río nos esperaba un paso de IVº+, algo intratable para la tabla de SUP. Un kayakista volcó y se fue hacia un drosage que le perdonó la vida. El tramo era corto, albergaba unos 4 km. aunque muy intensos los rápidos eran de un IIIº exigente, y bajarlos a vista siempre le suma un plus. El paso del molino lo inauguraban 3 grandes olas, en las cuales no debíamos caernos porque se encadenaban dos rápidos seguidos y te lo podías nadar todo. El tramo transcurría por una muralla granítica de poca altura pero daba la sensación de estrangule y de que la roca es más poderosa que el propio agua.

Para acabar teníamos un paso donde rebufaba a la izquierda, suerte que en la derecha existía una lengua que nos sacaba con un desnivel de dos metros. Todos los pasos fueron realizados con éxito y,  a parte de un remo roto, no hubo ningún otro hueso roto.

Igual que el agua busca su camino el RIVER SUP va buscando el suyo. Cada vez somos más los adeptos a este nuevo deporte tan pasional y donde Kalahari ha tenido un papel relevante en su desarrollo.

Nos vemos en la próxima concentración en Asturias, donde el 30 y 1 de mayo habrá un cursillo para la gente de iniciación y 2 de mayo una bajada para avanzados. Dia 3 para expertos

 

 

 

 

Participantes:

Toni Amador, Rabadán, Andrés Minguez,Tente  Frederic Parrel, Guillermo Calvo, Nacho Moreno, Coque Graciano, Joaquin el trucho, Hugo Asturias, el Zapa y artista invitado Yelito y sus azafatas Cris, Mar y Quilla.

Aparición estelar de Fredi kayakista extremeño de prestigio.

 

Blog Zapa kalahari

En el mundo de las aguas bravas utilizamos la lectura de rio para interpretar una sección de rio en su descenso. No es más que identificar los diferentes accidentes y movimientos de las aguas para su utilización en la navegación. Cómo reconocer algo que nos puede beneficiar a la hora de buscar el camino correcto, o “línea”, en el argot riachero. La lectura de río es muy importante, ya que lo que vemos en la superficie nos permitirá avanzar o desistir en el intento.  Cuando el paso es imposible de hacer, nos encontramos ante un infranqueable. Ello no deja de ser relativo, pues deja de ser infranqueable cuando viene alguien y lo supera con éxito. Hoy por hoy se están bajando tramos que hace tan solo unos años nos parecían inverosímiles, pero el ser humano es fascinante y su capacidad de superación es cuanto menos asombrosa. La lectura de río se adquiere principalmente a través de la experiencia. Bajar ríos de diferentes gradaciones hacen que el hombre de las aguas blancas posea suficientes registros para poder acatar con solvencia los pasos. Los sustos son las vallas que nos colocan los ríos para superarlas. Saber con conocimiento de causa como retiene un rebufo o la succión de un sifón son situaciones que modelan y configuran a un hombre de río. Todas estas anomalías van a parar al saco del conocimiento.

Durante mi vida como kayakista anteriormente y paddle surfista de río ahora, he tenido miles de situaciones  esperadas y otras inesperadas en los ríos de los cinco continentes.  Una de las ecuaciones más difíciles en las aguas turbulentas es saber diferenciar entre lo que es un rulo y lo que es un rebufo. A priori parece fácil, pero en muchas ocasiones la cosa no está tan clara y, dependiendo de si es una cosa u otra, puede correr riesgo tu vida o al menos puedes llevarte un gran susto.  Este es el mejor indicativo de la experticie del hombre de río, pues a lo largo del ancho mundo he visto gente que aparentaba tener grandes conocimientos, y sin embargo no llegaba a diferenciar el rulo del rebufo. Y es que a veces es tan sutil la diferencia, que puede confundir. En conclusión, la lectura sirve para saber dónde puedes o no puedes meterte, hermano. También puedes intentar convencer a otro y que lo pruebe él, -Metete ahí  bro que no pasa nada, jejeje. Y si sale ya lo intento yo…

Es indudable que el cuerpo humano en ocasiones actúa al margen de nuestro cerebro. Este se encuentra dotado de intervenciones propias en su capacidad de adaptación al medio. Al sumergirnos en el agua durante un tiempo determinado, notamos como la piel de los dedos de nuestras manos sufren unas ligeras ondulaciones como arrugas, perdiendo la tersura que les caracteriza en un medio seco. Este fenómeno se presenta sin conciencia alguna. Estudiosos de la materia aseguran que las yemas de los dedos de manos y pies se vuelven rugosas para generar cierta adherencia en zonas húmedas y resbaladizas. Esta condición nos genera canales de desagüe como el dibujo de los neumáticos a la hora de expulsar el agua y conseguir un mejor agarre en zonas donde podemos resbalar. Como veis el cuerpo es sabio y nos proporciona elementos que probablemente venga de reflejos primitivos en la supervivencia de la especie. A partir de estar 5 minutos sumergidos en el agua aparece esta pequeña metamorfosis en el extremo de nuestras extremidades, (valga la redundancia) también se cree que aparece antes en aguas dulces que en agua salada. Como veis nunca se acaba de aprender y toda información es útil a la hora de bajar ríos y trabajar en el agua, como hacemos en kalahari. Por eso en los barrancos  gatos con guantes, resbalón seguro. Jejejeje. Nos vemos pronto.

Hoy lloran los ríos por ti Antxón, Por fin llegaste al mar siguiendo tu cauce por rápidos, meandros y cascadas, hasta lograr desembocar en el lugar donde irremediablemente todos llegaremos algún día. Aunque conociéndote en vez de sollozar dirías con una sonrisa – A qué esperáis sacad las piraguas y aprovechad que han subido los cauces, el río ruge otra vez.

Pues si, despedimos a ANTXON ARZA el goodfather del río. Ël comenzó a divulgar el amor por las aguas bravas en España. Pionero no solo en introducirnos, sino por haber realizado  gestas que hoy todavía son admiradas. Al filo de lo imposible no hubiera sido una serie de televisión tan exitosa de no ser por Antxón y sus muchos programas descendiendo los ríos más turbulentos del mundo.

Si, Antxón era eso y mucho más. Recuerdo la primera vez que coincidí con él en Francia el río Le Nive. Aunque yo era novato, no dudaba en integrar a todo aquel que bajaba el rio con él, como uno más. Nadie como él transmitió el buen rollo en el rio, esparciendo diversión y muchas risas. Luego más tarde fue mi profesor de seguridad y navegación en kayak. Lo primero que te enseñaba era a nadar en el rio, surcar los rápidos a pelo para poder apreciar las fuerzas, ganarle respeto y perderle el miedo. Indudablemente eso te hacía perderle el miedo a la hora de bajarlo en kayak. Fue un gran profesor. Luego ya vino el accidente: saltando una cascada que le postró en una silla de ruedas, lo cual no frenó definitivamente sus ansias de aventura y siguió moviéndose por el mundo con otros medios. Antxón fue más que un ejemplo de superación, fue un referente para mucha gente, un divulgador de los espacios libres, un amante de la felicidad ante todos los rebufos que cursa la vida. Por eso brindo por ti con un buen eskimotaje y ya nos veremos por ahí ”si algo hay” y si no… Ha sido un auténtico placer conocerle Don Antxón.

¡!!Nos vemos en los ríos!!!

Zapa de kalahari aventuras

 

ALBANIA EXISTE

Existen países que siempre destacan o se hacen notar y otros que se quedan escondidos, ocultos, sin hacer apenas ruido, como queriendo pasar desapercibidos en la esfera internacional. Albania es uno de ellos, solo sale en los periódicos cuando le acontece una desgracia o una tragedia. Pero para los curiosos/aventureros resulta ser una joya, pues huimos de las grandes aglomeraciones. Nuestro egoísmo enfermizo nos hace buscar destinos donde sentirnos solos, donde no tengamos que compartir escenarios con hordas de turistas y pesados sin fronteras. Si a esto le añadimos visitarlo en Noviembre, te aseguras una exclusividad envidiable. Investigando y revolviendo el cajón de los paraísos perdidos hallé, como no podía ser de otra forma, un tesoro escondido. Esa joya se llama Vjosa o el Último río salvaje de Europa, el último curso fluvial que baja sin interrupciones desde las montañas balcánicas hasta el mar adriatico. Un río sin presas ni prisas. Esto solo, ya merecía una expedición.

Llegar a Albania desde España no es fácil, no existen vuelos directos. Encontramos la manera más romántica de llegar a un lugar.