Siempre intenté darle un sentido a mis viajes, sin duda este ha sido uno de los viajes más peculiares que he realizado en mi vida. Se ha compuesto de tres partes bien diferenciadas. La primera fue de exploración, la segunda de trabajo y la tercera un viaje interior.  Han sido tres viajes encadenados a lugares sumamente dispares. El primero fue motivado por la exploración de un río en la AMAZONÍA donde pude disfrutar de lo que más me gusta: explorar. Fuimos  acompañados de una etnia que vive en el interior de la región amazónica en Ecuador,. Volamos en avioneta desde Puyo hacia el interior de la jungla, donde habitan los SAPARA, Esta comunidad que apenas perviven 500 miembros, habitan en diferentes puntos de la frondosa selva comprendida entre los ríos Napo y Pastaza. Descendí junto con un grupo de unas 8 personas por el río Pingoyaku, lo bajé en mi tabla, mientras el resto navegaba en kayucos dirigidos por los miembros de esta tribu. La noche de antes hubo una lluvia torrencial que hizo crecer el río, convirtiendo sus meandros en peligrosas trampas sino se preveían con presta  antelación. Los numerosos árboles caídos sobre el cauce hacían bonito y a la vez temeraria su navegación, había tramos que transcurrían en auténticos jardines botánicos. Los Sapara cazaron y recolectaron comida de la cual nos alimentamos durante esos días, desde lagartos (cocodrilos) hasta gusanos de palma (ochantacuros) así como numerosas y variadas frutas de la jungla que nos albergaba. Fue una experiencia muy bonita y enriquecedora.

Volé a España donde tuve tiempo de lavar mi ropa y tomar un viaje a Asuan (Egipto) Aquí me dediqué a dirigir un descenso por el río Nilo en tablas acompañados de falucas (antiguos barcos a vela) donde, dormíamos y nos alimentamos durante los 4 días de singladura.  Tuvimos algunos días vientos potentes que nos dificultaron su descenso, pero al final disfrutamos del enigmático río que nos lleva en su lento transcurrir hacia tierras del norte. Llegamos hasta la ciudad de ko Ombo encontrándonos con los primeros yacimientos de la ancestral cultura de los faraones, Ahí dejé el grupo que lideré en cuestiones técnicas de la navegación erguida. Stand Up Paddle, lo que viene a llamarse SUP o paddle surf. El grupo se quedó en manos de Irati de ojo de nómada. A partir de ahí empezó lo que fue mi viaje interior y que mejor escenario que un oasis en la ciudad perdida de SIWA, cerca de la frontera con libia, antes a su paso me encontré con la mítica ciudad de Alejandría, donde busqué inspiración para la creación de una novela en la cual me he aventurado a escribir. EL HIJO DEL ZAHORÍ. Pasé diez días entre letras y palmeras. Apenas visité lugares, la gestación me tuvo imbuido en las recreaciones de personajes y situaciones solo soñadas en mi interior, fue mi primer encuentro con la ficción. Ha sido fascinante poder plasmar situaciones que solo mi imaginación me proporcionaba, fue un viaje más, sin sufrir las inclemencias de la intemperie en la aventura física. Mis escritos siempre fueron realistas de situaciones vividas o sentidas, esta vez no tuve que padecer, solo hilar mediante palabras lo que mi mente era capaz de crear. Ahora regreso al lugar donde transcurre mi vida, a mi tierra natal donde me espera lo que más quiero y anhelo.

Mi mochila viene vaciada de contenido y repleta de reflexiones, dispuesta a emplear todo lo aprendido para conseguir hacer más feliz el mundo que me rodea. Insalah (ojalá) pueda al menos transmitiros lo visto por mis ojos, sin ánimo de cambiar el cosmos, simplemente entender y aceptar la libertad que os conceden vuestros pensamientos.

Antonio Robledo ZAPA

Recientemente visité un lugar muy peculiar en el desierto egipcio. Se denomina el Valle de las Ballenas. A unos 200 km de El Cairo, adentrándose en el Sáhara, se ubica este revolucionario yacimiento. Sobre el suelo reseco del desierto afloran esqueletos de prehistóricas ballenas. Lo que un día fue el mar de Tetis, hace 35 millones de años más o menos, se encontraba habitado por estos mamíferos acuáticos. Principalmente destacaba el Basilosaurus, de más de 20 metros de largo, y, de menor longitud, el Dorudon, con 5 metros.

El lugar se llama Wadi Hita, protegido por el gobierno egipcio y se puede visitar. Nos encontramos en su entrada con un fantástico centro de interpretación. La construcción encaja perfectamente en el terreno, sigue las formas semiesféricas típicas de las construcciones del desierto sin ser disonante. Posee una sala donde exhiben unos videos introductorios. En la sala principal se hayan expuestos los restos de las ballenas, acompañados de carteles informativos de la evolución, muy bien explicados.

Dispuestos a realizar la visita nos pertrechamos de agua y empezamos un circuito a pie delimitado por los hallazgos encontrados. Un total de mil restos óseos encontrados en toda el área, unos mejor conservados que otros. No deja de sorprenderme que a cientos de kilómetros del mar se encuentren estos vestigios. Me da por pensar una vez más en los cambios realizados en la tierra a través de los tiempos y lo insignificantes que somos.

El recorrido transcurre por un oued o valle donde se originan formas muy caprichosas en las rocas y el paisaje. Lo mejor es realizarlo al atardecer o anochecer, cuando el sol no adquiere tanto protagonismo.

Cuando dije lugar revolucionario no exageraba, pues éste es uno de los lugares donde se descubrió que el Basilosaurus, que poseía unas patas traseras y unas piernas pequeñas perfectamente articuladas (como la las piernas de una niña de 3 años), que no podían soportar evidentemente su peso en tierra, era la prueba definitiva.

Las ballenas emigraron del mar para tener una vida terrestre, como muchos más seres vivos. Es en este medio donde desarrollaron extremidades para sobrevivir y poder desplazarse. Sin embargo, las ballenas hicieron algo muy sorprendente en el mundo animal. Retornaron gradualmente hacia el agua y abandonaron su vida en tierra totalmente, llegando a ser como los actuales cetáceos que surcan nuestros mares. Durante la transición fueron menguando sus extremidades hasta su desaparición. Dicen que las ballenas vienen de animales ungulados, y algunos apuestan sobre  que se originaron a partir de un hipopótamo o algo parecido. En todo caso, ese fue el inicio del retorno hacia los océanos, donde al parecer se sentían mejor.

 

Por Antonio Robledo ZAPA

 

 

Despedimos el año con nuestra tradicional concentración invernal de river SUP. Este año la hemos hecho por tierras de Extrema-dura. En los ríos Jerte y Tormes.

Han sido dos días muy divertidos  durante l0s que nos acompañó el buen tiempo. Nos juntamos gentes de Valencia, Alicante, Extremadura, Cantabria, Asturias, Francia y Madrid. En estos descensos nada competitivos el ambiente es muy relajado y el reto lo tiene uno mismo con el río, (sin que vaya nada en juego)  a sabiendas de que siempre estará apoyado por la camaradería que reina en el río.

No lo hemos hecho público por las restricciones del COVID. La siguiente podrá apuntarse más gente, “seguro”. Esta vez fuimos 12, más los kayakistas del segundo día. En el Jerte descendimos 17 km de grado IIº+ de dificultad, con algún paso rozando el 3. Al principio el río se desparramaba tomando mucha anchura y haciendo los pasos muy someros pero, poco a poco, tomo un cauce más definido y también más movido. A pesar de ser un tramo poco frecuentado, se encontraba prácticamente limpio de árboles caídos.

El nivel de los participantes era muy bueno, la mayoría de los pasos se sacaban de pie sobre la tabla. Hubo caídas espectaculares también, pero eso forma parte del espectáculo, sino te quedas en casa. Acabamos en el pantano de Plasencia, donde tuvimos una puesta de sol espectacular. El mesón Antonio, a pesar de su resistencia inicial (por el horario), nos sacó unos huevos con jamón que nos supieron a gloria, al calor de una reconstituyente  lumbre. Allí pudimos platicar sobre las anécdotas y vivencias que nos deparo el Jerte, entre muchas risas y el buen rollo que nos caracteriza a la gente de río.

Esa noche nos fuimos a dormir con las furgonetas a la playa de Puente Angosto. Al día siguiente nos esperaba el Tormes. Este río tenía otras características y más agua. Durante el descenso nos acompañaron unos kayakistas que nos abrían generosamente los rápidos. Nada más empezar el río nos esperaba un paso de IVº+, algo intratable para la tabla de SUP. Un kayakista volcó y se fue hacia un drosage que le perdonó la vida. El tramo era corto, albergaba unos 4 km. aunque muy intensos los rápidos eran de un IIIº exigente, y bajarlos a vista siempre le suma un plus. El paso del molino lo inauguraban 3 grandes olas, en las cuales no debíamos caernos porque se encadenaban dos rápidos seguidos y te lo podías nadar todo. El tramo transcurría por una muralla granítica de poca altura pero daba la sensación de estrangule y de que la roca es más poderosa que el propio agua.

Para acabar teníamos un paso donde rebufaba a la izquierda, suerte que en la derecha existía una lengua que nos sacaba con un desnivel de dos metros. Todos los pasos fueron realizados con éxito y,  a parte de un remo roto, no hubo ningún otro hueso roto.

Igual que el agua busca su camino el RIVER SUP va buscando el suyo. Cada vez somos más los adeptos a este nuevo deporte tan pasional y donde Kalahari ha tenido un papel relevante en su desarrollo.

Nos vemos en la próxima concentración en Asturias, donde el 30 y 1 de mayo habrá un cursillo para la gente de iniciación y 2 de mayo una bajada para avanzados. Dia 3 para expertos

 

 

 

 

Participantes:

Toni Amador, Rabadán, Andrés Minguez,Tente  Frederic Parrel, Guillermo Calvo, Nacho Moreno, Coque Graciano, Joaquin el trucho, Hugo Asturias, el Zapa y artista invitado Yelito y sus azafatas Cris, Mar y Quilla.

Aparición estelar de Fredi kayakista extremeño de prestigio.

 

Blog Zapa kalahari

Cuando la tierra se desviste aparece el desierto. Al despojarse, la tierra se muestra desnuda tal como vino al mundo, tal y como es. No sé cuales son los motivos por los que me atraen tanto estos espacios aparentemente inertes, carentes de vida. Lugares que emanan soledad, donde el ser humano sobra y no se representa ante un escenario grandioso, donde ocupamos una mínima expresión en la enorme masa que sólo el horizonte nos acota. Lugares que a la vez se convierten en fuente de inspiración, de profunda reflexión sobre nuestro papel en el universo. Y aparecen las tres grandes preguntas que nos acechan (¿quién es somos…?) cuando de verdad, nadie nos interfiere y entramos en una existencial comunión con uno mismo.

El Hombre se adapta a los infiernos y consigue formar hogar en el yermo paisaje de la aridez. El meramente visitante queda cautivado por su inmensidad. El más estoico busca y encuentra la vida más allá de las piedras, descubriendo un submundo en el inframundo. Insectos, reptiles, aves y mamíferos, todos ellos invisibles en los primeros momentos, le observan. Hasta que el hombre muta y se hace animal. Entonces deja de encontrarse en territorio lunar.

Paisajes que van más allá de la imaginación. Materiales duros que recrean formas geométricas en ocasiones y en otras, esculturas abstractas cinceladas por los vientos y la arena.  Vientos que guardan silencio, sin árboles que pongan letra a las canciones del dios Eolo.

Curvas sinuosas dan forma a las dunas como tersos pechos de mujer que atraen pensamientos libidinosos. Suaves ondulaciones que fantasean sin importar el género. Colores e intensidades al dictado del movimiento del sol en el transcurso del día.

Sin sombras que distorsionen paisajes sinceros, perfiles delimitados por el corte de la realidad, sin trampa ni cartón. Donde se advierten los límites de lo inhóspito, solo apto para el audaz aventurero deseoso de internarse en el atrayente mundo de la incertidumbre.

Siempre alerta en la búsqueda permanente del paraíso, el lugar donde moran los dioses. Útero de la fertilidad que aflora en forma de oasis, vergel de la tranquilidad donde las aguas manan por un acto  de magia.

De todos los desiertos, el Sahara me cautiva especialmente. Sólo pronunciarlo me teleporta al misterio más indescifrable. Esa hache intercalada en forma de jota suave, dicha desde la parte más profunda del paladar, evoca en mí espejismos en forma de mujer velada por el tul de la luz de las velas y la fragancia del almizcle. Caravana de sensaciones en un océano de arenas inabarcables.

 

 

 

 

 

 

Cada vez que realizo un viaje me evoca la misma sensación, la de cerrar un paréntesis a mi regreso. Es como si mi vida transcurriera siempre en un mismo lugar, donde todo entra a formar parte de una cierta previsibilidad. Con los viajes todo salta por los aires y dejo que el azar me sorprenda con toda su gama de sensaciones y situaciones. Abro un paréntesis en el texto de mi vida.  El movimiento es el causante de tantas variaciones emocionales, de tantos impactos visuales, que ralentizan el tiempo de una forma asombrosa. Igual que cuando me muestro estático en mis quehaceres cotidianos, los días pasan fugaces ante mis ojos. El hecho de viajar me carga de experiencias, anécdotas y vivencias en las que los tiempos forman parte de otra escala. Es típico en mi decir  ¿recuerdas cuando salimos? Si parece que hubo transcurrido un mes y apenas sea una semana en tiempo real. Debo darle las gracias a Einstein y su teoría de la relatividad.

Acabo de regresar de Egipto. En esta ocasión fui con mis compañeros Toni Amador y Rabadán y también nos acompañaron el conocido you tuber Ruben Diez, más conocido como Lethal Crysis, su compañera Irati Sua y el camarógrafo Luis Piñero. Ha sido un viaje que me ha servido para conocer el mundo de internet y su forma de crear contenidos para la redes. El hacer un reportaje del viaje no deja de ser laborioso y lleno de esfuerzos creativos por parte de Lethal y su equipo, sin descartar la búsqueda del rigor y la veracidad de los hechos. Hemos podido descender el Nilo en tablas de SUP durante cuatro días, acompañados de falucas, visitando templos y canteras adyacentes al propio río. Convivimos con los nubios, nos hemos perdido por el palmeral, entrevistado a curtidos personajes, volado en globo, sufrido la intransigencia caprichosa de  las autoridades, visitado oasis, tumbas de faraones, bebido té con agua del Nilo, esperas de 5 horas de retrasos del tren que no llega, degustado sabrosas comidas, visto ballenas a miles de kilómetros del mar, soportado diarreas estomacales que licuaban los alimentos en cuestión de minutos, buceado en aguas más que transparentes rodeados de fantasías cromáticas, alquilado pick up para visitar zonas prohibidas… Hemos tenido que dormir sobre nuestras tablas, soportar ayunos intermitentes no deseados, conocer el desierto mas árido, donde los vientos y la erosión han dejado esculturas naturales en piedra y arena más allá de lo imaginable, conocido la miseria y la opulencia, pero sobretodo nos hemos reído y divertido mucho entre nosotros, donde ha primado el buen rollo ante todo. Un viaje que se acaba y un paréntesis que se cierra. Pronto saldrán al mundo virtual todas estas experiencias y serán compartidas por millones de personas en el canal de you tube de Lethal Crysis, donde podréis hacer vuestras estas sensaciones que os he contado. Con Irati hemos confeccionado y enriquecido un viaje de 9 días. Pronto tendréis la oportunidad de gozarlo de una forma tangible en marzo y noviembre desde Kalahari y una plataforma de viajes con este mismo propósito, el de viajar más allá de lo convencional, un viaje de aventuras en torno al padre de los ríos, EL NILO.

Por Antonio Robledo ZAPA

 

foto de portada: lethal Crysis y zapa con la polaroid

foto 1: Falucas al viento en Asuan

foto 2: Con Rabadán en el cacharro que alquilamos

foto 3 Equipo de grabación en el árido desierto

foto 4: Con Luis Piñero, el ojo tras el ojo

Foto 5: Grabando una entrada

foto 6: Irati y su  desparpajo

foto 7: El oasis de Wadi Hita

foto 8: Toni Amador curioseando las formas

foto 9: las formas, simplemente

foto 10: Volando en globo por el valle de los reyes, Luxor

Tras estos años aciagos en lo que se refiere a viajes y aventuras, recibimos la llamada en nuestras mentes de retornar al río Nilo. Toni amador, Guillermo rabadán y un servidor Antonio robledo ZAPA componemos el viaje. Más por otro lado Ruben Diez, Luis e Irati, seremos los afortunados de poder surcar las placidas aguas del Nilo en SUP. Este viaje tiene un fin. Es el de poder grabar un video de lo que es la vida en el río, transportados en la forma más sostenible posible, atreves del viento y el remo.

Utilizaremos unos barcos originarios del Nilo llamados falucas, estos barcos solo reciben el empuje del viento y la corriente (carecen de motor), dispensan de unas enormes velas y una cubierta de unos 20 metros cuadrados aprox. Es ahí donde comemos y dormimos. Siempre varados en las orillas playeras del emblemático río. Las falucas están capitaneadas por Nubios, el pueblo original del alto Nilo, ahora sumergidas por la megapresa de Asuan que inunda 500 km. Río arriba hasta llegar a las fronteras con Sudan.

 

Normalmente los vientos vienen del norte, por tanto en contra de nuestra intención, para ello los barcos van de lado a lado del rio para poder emplear la fuerza del viento en su beneficio. (Vamos lo que se dice ir ciñendo en contra del viento) con esta técnica y la tenue corriente de las aguas vamos poco a poco descendiendo las aguas del Nilo. Mientras nosotros ayudados con las palas y tablas disfrutamos del maravilloso escenario en armonía con nuestro entorno.

Una de las cosas más sorprendentes es que sus aguas están limpias, debido a la decantación de los sedimentos, la presa expulsa aguas limpias que poco a poco en su trayectoria hacia el Cairo van ensuciándose paulatinamente, para llegar a dicha ciudad totalmente contaminadas, lamentablemente.

Durante cuatro días iremos acompasando las aguas en nuestros SUPS, avanzando más rápidos que las falucas, eso nos otorga el beneplácito de poder visitar y acercarnos a cualquier punto de interés que nos depare la situación. Poder hablar con pescadores, campesinos y otros habitantes del río nos permite cierta integración entre los pobladores del río. La carencia de ciudades en las inmediaciones del curso, generan un paisaje prácticamente ancestral, casi como lo veían los antiguos pobladores de Egipto. A excepción de los cruceros que cansinamente rompen el encanto, pero en todo caso son momentos puntuales.

Nuestro viaje continuará con la inevitable visita al valle de los reyes en Luxor. Por la noche tomaremos el tren en dirección a la capital cairota. Aquí conduciremos un jeep para adentrarnos en el desierto del Sahara, donde existe un yacimiento paleontológico único en el mundo. Esqueletos de ballenas yacen en el árido desierto tras miles de años de fosilización. Nuestro viaje continuará llevándonos al mar Rojo. Bajaremos por la carretera de la costa hasta el parque natural de Wadi Gemal, frontera con Sudan. Intentaremos buscar y navegar junto a los  Manatíes y bucear entre sus arrecifes coralinos. Concluiremos nuestro viaje en transporte local desde la ciudad de Berenice hasta Asuan, desde donde regresaremos a España. Un viaje de reconocimiento para conseguir el próximo itinerario en los viajes que os ofreceremos a todos en Noviembre del 2022.  Estaros  atentos a nuestra proposición, si es tu deseo acompañarnos el año que viene.