Cuando la tierra se desviste aparece el desierto. Al despojarse, la tierra se muestra desnuda tal como vino al mundo, tal y como es. No sé cuales son los motivos por los que me atraen tanto estos espacios aparentemente inertes, carentes de vida. Lugares que emanan soledad, donde el ser humano sobra y no se representa ante un escenario grandioso, donde ocupamos una mínima expresión en la enorme masa que sólo el horizonte nos acota. Lugares que a la vez se convierten en fuente de inspiración, de profunda reflexión sobre nuestro papel en el universo. Y aparecen las tres grandes preguntas que nos acechan (¿quién es somos…?) cuando de verdad, nadie nos interfiere y entramos en una existencial comunión con uno mismo.

El Hombre se adapta a los infiernos y consigue formar hogar en el yermo paisaje de la aridez. El meramente visitante queda cautivado por su inmensidad. El más estoico busca y encuentra la vida más allá de las piedras, descubriendo un submundo en el inframundo. Insectos, reptiles, aves y mamíferos, todos ellos invisibles en los primeros momentos, le observan. Hasta que el hombre muta y se hace animal. Entonces deja de encontrarse en territorio lunar.

Paisajes que van más allá de la imaginación. Materiales duros que recrean formas geométricas en ocasiones y en otras, esculturas abstractas cinceladas por los vientos y la arena.  Vientos que guardan silencio, sin árboles que pongan letra a las canciones del dios Eolo.

Curvas sinuosas dan forma a las dunas como tersos pechos de mujer que atraen pensamientos libidinosos. Suaves ondulaciones que fantasean sin importar el género. Colores e intensidades al dictado del movimiento del sol en el transcurso del día.

Sin sombras que distorsionen paisajes sinceros, perfiles delimitados por el corte de la realidad, sin trampa ni cartón. Donde se advierten los límites de lo inhóspito, solo apto para el audaz aventurero deseoso de internarse en el atrayente mundo de la incertidumbre.

Siempre alerta en la búsqueda permanente del paraíso, el lugar donde moran los dioses. Útero de la fertilidad que aflora en forma de oasis, vergel de la tranquilidad donde las aguas manan por un acto  de magia.

De todos los desiertos, el Sahara me cautiva especialmente. Sólo pronunciarlo me teleporta al misterio más indescifrable. Esa hache intercalada en forma de jota suave, dicha desde la parte más profunda del paladar, evoca en mí espejismos en forma de mujer velada por el tul de la luz de las velas y la fragancia del almizcle. Caravana de sensaciones en un océano de arenas inabarcables.

 

 

 

 

 

 

Durante años he visto absurdo tener ilegalizada la marihuana, no entendía como una droga blanda, como puede ser el alcohol, se persiguiera y se demonizaba hasta tal punto de considerarla una amenaza pública. Yo que soy consumidor esporádico/lúdico de esta sustancia, no entendía nada de esa obsesión judicial. Ahora después de darle vueltas al poliedro de las interpretaciones, he visto la cara de la disconformidad y me opongo a que sea legalizada. Legal o ilegal no creo que varíe mucho el número de consumidores, seguramente pasaría como en Holanda, bajaría el consumo al hacerla de curso legal. Mis razones para mantener su ilegalización se basa en datos económicos principalmente. ¿Quién no tiene un conocido o amigo de un conocido que se dedique al menudeo de su venta?, o ¿al pequeño cultivador de unas cuantas plantas que le ayudan a poder sobrevivir la maltrecha economía? ¡Ojo! No hablo de grandes plantaciones que alimentan las mafias y la delincuencia organizada. Hablo del pequeño camello que forma parte de la sociedad actual. Son muchas las personas que pueden vivir de una pequeña producción o venta, de esta maravillosa planta. Podría contarse como miles los que dedican su economía o parte de ella a este vilipendiado negocio. Un ingente número de personas que iría al paro o la precariedad económica con su legalización.

Son muchas las multinacionales que han puesto el ojo en el cannabis como fuente de negocio. Os vaticino lo que pasaría si no se pone orden en su producción. En nombre del libre comercio y en el más puro e insaciable oportunismo. Se crearían grandes plantaciones, se dedicaría enormes  extensiones totalmente mecanizada a modo de latifundios, generando un número irrisorio de puestos de trabajo y pingues beneficios a esos que menos falta les hace, las multinacionales. Como en tantas otras ocasiones se concentraría en muy pocas manos la riqueza que pudiera producir tal maná. Haciendo desaparecer a ese sector del menudeo o pequeño camello. Por eso me opongo a su legalización. ¡Es más! creo que no volveré a fumar si algún día se legaliza de esa forma.

Si por el contrario se respetara el minifundio y el cultivador pequeño y organizado, donde ese  campesino pudiera sacarse un sueldo digno por su cultivo y hubiera un auténtico reparto de la riqueza, entonces solo entonces tendría mi total apoyo en su legalización. Esto serviría para que nuevos agricultores poblaran la España rural, se presentaría como nuevo paradigma de oportunidades en la vaciada España y todo gracias a la hierba. Todo ello tendría una función constructiva y respetuosa con los habitantes y seguramente con el medio ambiente también. Pero me da,  que por ahí no van las intenciones o al menos eso parece.

En el mundo de las aguas bravas utilizamos la lectura de rio para interpretar una sección de rio en su descenso. No es más que identificar los diferentes accidentes y movimientos de las aguas para su utilización en la navegación. Cómo reconocer algo que nos puede beneficiar a la hora de buscar el camino correcto, o “línea”, en el argot riachero. La lectura de río es muy importante, ya que lo que vemos en la superficie nos permitirá avanzar o desistir en el intento.  Cuando el paso es imposible de hacer, nos encontramos ante un infranqueable. Ello no deja de ser relativo, pues deja de ser infranqueable cuando viene alguien y lo supera con éxito. Hoy por hoy se están bajando tramos que hace tan solo unos años nos parecían inverosímiles, pero el ser humano es fascinante y su capacidad de superación es cuanto menos asombrosa. La lectura de río se adquiere principalmente a través de la experiencia. Bajar ríos de diferentes gradaciones hacen que el hombre de las aguas blancas posea suficientes registros para poder acatar con solvencia los pasos. Los sustos son las vallas que nos colocan los ríos para superarlas. Saber con conocimiento de causa como retiene un rebufo o la succión de un sifón son situaciones que modelan y configuran a un hombre de río. Todas estas anomalías van a parar al saco del conocimiento.

Durante mi vida como kayakista anteriormente y paddle surfista de río ahora, he tenido miles de situaciones  esperadas y otras inesperadas en los ríos de los cinco continentes.  Una de las ecuaciones más difíciles en las aguas turbulentas es saber diferenciar entre lo que es un rulo y lo que es un rebufo. A priori parece fácil, pero en muchas ocasiones la cosa no está tan clara y, dependiendo de si es una cosa u otra, puede correr riesgo tu vida o al menos puedes llevarte un gran susto.  Este es el mejor indicativo de la experticie del hombre de río, pues a lo largo del ancho mundo he visto gente que aparentaba tener grandes conocimientos, y sin embargo no llegaba a diferenciar el rulo del rebufo. Y es que a veces es tan sutil la diferencia, que puede confundir. En conclusión, la lectura sirve para saber dónde puedes o no puedes meterte, hermano. También puedes intentar convencer a otro y que lo pruebe él, -Metete ahí  bro que no pasa nada, jejeje. Y si sale ya lo intento yo…

Es indudable que el cuerpo humano en ocasiones actúa al margen de nuestro cerebro. Este se encuentra dotado de intervenciones propias en su capacidad de adaptación al medio. Al sumergirnos en el agua durante un tiempo determinado, notamos como la piel de los dedos de nuestras manos sufren unas ligeras ondulaciones como arrugas, perdiendo la tersura que les caracteriza en un medio seco. Este fenómeno se presenta sin conciencia alguna. Estudiosos de la materia aseguran que las yemas de los dedos de manos y pies se vuelven rugosas para generar cierta adherencia en zonas húmedas y resbaladizas. Esta condición nos genera canales de desagüe como el dibujo de los neumáticos a la hora de expulsar el agua y conseguir un mejor agarre en zonas donde podemos resbalar. Como veis el cuerpo es sabio y nos proporciona elementos que probablemente venga de reflejos primitivos en la supervivencia de la especie. A partir de estar 5 minutos sumergidos en el agua aparece esta pequeña metamorfosis en el extremo de nuestras extremidades, (valga la redundancia) también se cree que aparece antes en aguas dulces que en agua salada. Como veis nunca se acaba de aprender y toda información es útil a la hora de bajar ríos y trabajar en el agua, como hacemos en kalahari. Por eso en los barrancos  gatos con guantes, resbalón seguro. Jejejeje. Nos vemos pronto.

Dicen que solo el mar curte al marinero, y como marino de agua dulce que soy no puedo estar más de acuerdo. El río con todas sus variables proporciona toneladas de  anécdotas y situaciones extraordinarias, produce una combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar, lo inimaginable sucede y nada podemos hacer hasta que se presenta ante nosotros.

Me habían solicitado para impartir un monográfico de río en una empresa amiga en tierras del alto Segura. Durante dos días bajamos en balsa de rafting, kayak y river SUP.  Un poupourri de formas de descender un río fácil ( grado IIº ) para que a los becarios recién salidos de ciclos deportivos motivarlos de alguna forma. Mostrarles  que podía ser una buena y bonita forma de ganarse la vida. Enseguida me di cuenta de quien pintaba maneras y quién no. Formula que me falla muy a menudo y por la cual he aprendido a esperar pacientemente hasta que la evidencia me lo demuestre. El grupo era majo y lo importante: “se les veía ilusionados y ávidos de aprender”. Tengo por costumbre no solo enseñarles técnica de navegación, sino darles seguridad, autorrescate, algo de animación y fundamentos básicos del guíaje de grupos. Aunque dos días no es nada, mi intención y la de mi amigo era sembrarles la semilla de la curiosidad, para que realmente deseen formarse como profesionales del sector de la aventura.

El segundo día repetíamos el tramo, les propuse cambiar de embarcación para que todos probaran de todo. La ruta aunque sencilla gozaba de la belleza de un río mediterráneo, con sus rincones idílicos entre murallas de caliza y bosques aromáticos.

En una de estas, el río andaba plano y con una corriente muy suave, en aguas transparentes con un toque  aturquesado que proporciona el karst, cuando prácticamente a mi lado uno de los chavales se relajó y en los restos de un viejo árbol  que yacía en el cauce semisumergido chocó con la tabla, fue una caída más entre todas las que suelen suceder en el descenso de un río sin más.

El chico me miró y casi sonriendo me dijo: – Se me ha quedado enganchado el pie. Al segundo me di cuenta de la gravedad del asunto, aunque el río no revestía ningún peligro aparente. Me di cuenta de que era un empotramiento, o pie atorado  y si bien no daba sensación de peligro podía haberlo. Paré a todo el mundo y sacamos cuerdas para tirar desde arriba.

Se le había enganchado los cordones de la zapatilla en una rama del tronco sumergido, le dijimos que intentara quitarse la zapatilla, pero no podía por la fuerza de la corriente que a pesar de ser poca le impedía soltarse el zapato del pie, estaba atrapado, conforme pasaba el tiempo el chico, que afortunadamente era fuerte, empezó a agobiarse, intentamos tirar con la cuerda desde arriba pero no resultaba eficaz, tampoco el sitio donde estábamos nos facilitaba la maniobra. Hasta que soltó un agónico  – Por favor podéis cortarme los cordones. Entonces realizamos una cadena humana y un chico se sumergió  con la navaja y pudo cortar los cordones liberándolo. El chico nos confesó que no sabía si estaba cortándoles los cordones o directamente el pie. Lo cierto es que si no hubiéramos estado ahí, el chico probablemente hubiera muerto ahogado en el lugar más insospechado de un apacible río.

Esta situación nos proporcionó una visión realista de lo que es un río, donde nunca hay que bajar la guardia y donde el tramo más sencillo puede convertirse en una pesadilla sí lo infravaloramos o menospreciamos. Fue muy didáctico y ejemplarizante, hasta para mí. El río nos pone a cada uno en su sitio una vez más.

Cuando alguien me pregunta ¿esto es peligroso? La respuesta es una pregunta ¿tú sabes de alguna actividad o acción en esta vida que no conlleve peligro? Y es que el peligro cero, no existe. Se puede intentar minimizar el riesgo o incluso a visitar  un parque temático donde te garantizan la seguridad, pero todo lo que entrañe naturaleza, ríos, montañas, barrancos, posee un factor de riesgo incontrolado que toda persona debe asumir,  si no es así lo mejor es que se quede en casita en el sofá, sin descontar un posible infarto cuando a tu equipo le metan un gol en el último minuto.

Enseñanzas: Si bien no descartamos las zapatillas o botas con cordones para bajar un río, debemos ser conscientes de que hay una posibilidad, por ínfima que sea, donde podamos sufrir un enganche de nuestros cordones. Desde esa experiencia he decidido comprarme unos escarpines con una buena suela y una cremallera lateral, como el modelo abotincaz sin cordones de la compañía vasca seland. De todo se aprende y todo nos enseña, Nos vemos en el río, compañero/a.

Antonio Robledo ZAPA

Kalahari aventuras.

 

Cuando miro por el espejo retrovisor de la vida, me vienen aquellas anécdotas semienterradas por el peso de los tiempos y la desmemoria. No sabría deciros cuando, ni los que participamos… En mi trayectoria como kayakista hubo una época, que rara era la semana que no nos embaucábamos en algún proyecto peregrino de resultado incierto.

Había llegado a nuestros oídos que la presa del Molinar había empezado a desembalsar agua tras 20 años de parón. Habían construido unas tuberías que desviaban el agua del Júcar hasta otra presa, dejando el cauce seco durante todos esos años. Aquel río, el devastador que llamaban los romanos, le habían secuestrado las aguas en post de un relativo progreso. Al parecer una avería, le había devuelto las aguas a su cauce “una aberración más en nuestra opulencia”. Aquello sonaba a aventura volver a descender el río robado.

Montamos una cuadrilla de piragüistas y allá que nos fuimos, El comienzo fue muy interesante, con pasos de grado 3º de dificultad y alguno rozando el 4º. Luego ya nos adentramos río abajo por un valle ignoto. Donde poca gente se había aventurado en los últimos 20 años.

Cuando tras haber descendido uno 10 km. Aproximadamente nos encontramos con unas pequeñas paredes que flaqueaban el río. OHH!! Cáspita!! De repente ante nosotros, un muro de zarzas que bloqueaba el río de lado a lado. Volver era demasiado tarde y la morfología del río nos impedía ir por la orilla. El río con su potente cauce continuaba, pero el tamiz que proporcionaba el zarzal nos frenó en seco.

Les propuse al grupo lanzarme en posición de seguridad  con el kayak cogido del asa y aventurarme por el frondoso seto espinoso.  Les dije que me metería y en el caso de no poder continuar, les avisaría con un potente chiflido. Y allá fui. La posición de seguridad es como hacer el muerto con los pies por delante y flotando, en el caso de recibir un golpe lo amortiguas con los pies. Con la mano y cogido del asa, llevaba el kayak por detrás de mi.

Con la esperanza de que aquello fuera un momento allá me lancé, mientras los otros me daban tiempo. Tiempo tuve en acordarme de lola flores por haberle dedicado una canción a esta infernal planta “la zarza mora”. Entré como tenía previsto, esquivando lo que podía pero eso fueron los 4 primero metros. El agua se tornó veloz y la maraña espesa, ahí empezó mi suplicio. Como cables de espinas rasgaban mi neopreno, chaleco, manos, cara. Fue como encerrarse en una cabina telefónica con veinte gatos rabiosos. Sabía que no me podía dejar el kayak atrapado en el zarzal, mi única obsesión era el de no perderlo, pero entre mi cuello y mi cabeza se    interponían cables repletos de garfios, fue como atravesar una frontera de interminables concertinas. En mi lucha de mantenerme a flote y no perder nada, trascurrió el suficiente tiempo para que los compañeros pensaran que no había problema que el paso estaba limpio. Y allá que se introdujeron uno de tras de otro al zarzal. Por el tiempo que anduve sumergido en ese infierno vegetal calcule que aquello no tendría menos de trescientos metros de espesor. Cuando pude salir era un cristo roto y mi cara era un mapa topográfico con sus curvas de desnivel. A la postre, prácticamente cuando el infierno acababa aparecía el inframundo, pues  aquel baile acababa en un infranqueable. Un salto  de 5 metros donde toda el agua recaía sobre una  sólida piedra, afortunadamente in extremis pude evitarlo. Uno tras otro fueron apareciendo el resto de la cuadrilla, que como yo, sus caras expresaban el pánico de haber atravesado el tejido espacio-tiempo.

Perdimos de todo, tuvimos que bajar varios con cañas en vez de remos hasta la población de Jalance donde acabamos nuestro periplo. Esta es la grandeza de la exploración,  nunca sabes a ciencia cierta lo que te puede esperar. Unas semanas más tarde cerraron el grifo. Y volvió a ser tierras de secano donde la maleza campaba a sus anchas y las reinas moras ejercían  implacables su dominio.

ALBANIA EXISTE

Existen países que siempre destacan o se hacen notar y otros que se quedan escondidos, ocultos, sin hacer apenas ruido, como queriendo pasar desapercibidos en la esfera internacional. Albania es uno de ellos, solo sale en los periódicos cuando le acontece una desgracia o una tragedia. Pero para los curiosos/aventureros resulta ser una joya, pues huimos de las grandes aglomeraciones. Nuestro egoísmo enfermizo nos hace buscar destinos donde sentirnos solos, donde no tengamos que compartir escenarios con hordas de turistas y pesados sin fronteras. Si a esto le añadimos visitarlo en Noviembre, te aseguras una exclusividad envidiable. Investigando y revolviendo el cajón de los paraísos perdidos hallé, como no podía ser de otra forma, un tesoro escondido. Esa joya se llama Vjosa o el Último río salvaje de Europa, el último curso fluvial que baja sin interrupciones desde las montañas balcánicas hasta el mar adriatico. Un río sin presas ni prisas. Esto solo, ya merecía una expedición.

Llegar a Albania desde España no es fácil, no existen vuelos directos. Encontramos la manera más romántica de llegar a un lugar.

Dejémoslo bien claro, no vendemos riesgo, vendemos aventura y como su propio nombre indica es una acción o un deporte de resultado incierto. Mostramos la naturaleza sin domesticar, tal y como es. Para ello nos servimos de embarcaciones, arneses o cuerdas. Si alguien pretende que le garanticemos la seguridad total, le respondemos: Que simplemente eso no existe en ninguna faceta de la vida, ¿cómo la vamos a ofrecer nosotros?. Las actividades o aventuras que ofrecen las empresas de turismo activo, y que algunos por darle enjundia les llaman malamente deportes de riesgo, (como si los otros deportes carecieran de riesgo alguno). Un simple partido de fútbol de solteros contra casados genera diez veces más de lesiones que nuestros deportes de aventura. Recientemente ha habido un fallecido practicando rafting en Montanejos (río Mijares, Castellón) los medios de comunicación se han encargado de difundirlo como si nunca hubiera habido un fallecido practicando deporte.  Al parecer el pobre hombre murió de un ataque cardíaco, algo imposible de detectar previamente. A cualquiera que trabajamos en este maravilloso oficio de guía nos podría haber pasado, aun teniendo la mayor experiencia y conocimientos sobre el medio, nadie queda exento de un incidente de tal calibre. Esos mismos medios de comunicación no resaltan la cantidad de fallecidos, por diferentes causas, que producen los deportes convencionales. En comparación con los deportes de aventura no hay parangón. El guía  es el primero en extremar el cuidado de sus clientes, sin eximirse de la dificultad que ofrece el paso o el lugar en sí.  Los consumidores de estos deportes son conscientes de que también deben de poner la atención sobre lo que están haciendo y actuar en precaución, porque saben que hay un factor que no depende del guía, ni de las herramientas que utiliza, sino de la propia naturaleza cambiante y caprichosa. Por eso y porque las estadísticas nos lo confirman practicar deportes de aventura es menos lesivo que el fútbol.» Con todos nuestros respetos al fútbol y sus practicantes».

Respondiendo al interés general hemos creado la concentración de kayak y sup en el río Cabriel y como es patrimonio de la humanidad también puedes considerarlo tu río.

24 y 25 de AGOSTO 2019

VINO Y AVENTURA RIO CABRIEL

Dia 24 de agosto sábado a las 10.00 h.

Elige tu tramo según tu experiencia:

Para los PRO el tramo del cañón de las Hoces  20 km. Desde Contreras al puente de Vadocañas

Nivel de dificultad IIIº +

Para los PRI el Clásico  11 km.  Desde Tamayo al Tete.

Nivel de dificultad IIº +

Organiza Zapa en KALAHARI AVENTURAS

Precio de la inscripción 30 €

Incluye:

La organización del evento

Cena barbacoa a base de carnes y verduras del pueblo, regado con abundante vino

Botella de vino recuerdo de la concentración y a lo mejor camiseta.

Y muy buen rollo.

Objetivo: Juntar a kayakistas y superos de río para disfrutar de un río de aguas bravas, de aguas límpidas y paisajes asombrosos. Y generar sinergias entre los participantes para poder hacer quedadas en diferentes ríos y futuros encuentros. En definitiva revitalizar el mundo de los descensos de río.

Si somos suficientes no se descarta contratar algún grupo de música para amenizar el vino que llevaremos dentro. Y sino pondremos un tocadiscos.

Necesitamos que os pre inscribáis para que sea un éxito de gente. La preinscripción es gratuita. Manda un correo con tus datos a Zapakalahari@hotmail.com y ya estás apuntado. 15 dias antes deberemos ingresar el dinero a una cuenta que ya os daremos. Para que os comprometáis cerraremos inscripciones el día 15 de agosto.

Antiguamente ya realizábamos esta concentración con la Old school y nos proponemos darle vidilla a este evento que creemos necesario.

Os esperamos a todos: viejos kayakeros roqueros, jóvenes piragüistas, amantes del SUP en ríos y gentes con ganas de echarse unas risas.

No nos hacemos responsables de nada, cada uno que se encargue de sus cosas. Si vienen menores acompañados. Edad mínima 14 años.

Si desean venir familias podemos ofrecerles actividades extra tipo rafting y cosas así que deberán contratarse en kalahari@kalahariaventuras.com

Alojamientos: buscaros la vida. Com

Al día siguiente si podemos, haremos un descenso en el tramo clásico.

Pondremos un listado de La gente preinscrita para que asi motivemos a los de más. Sino deseas aparecer en la lista nos lo dices y no lo hacemos.

 

24 and 25 of AUGUST 2019

WINE AND ADVENTURE RIO CABRIEL

24th August, Saturday at 10 a.m.

Choose your section according to your experience:

For the PRO the section of the Canyon of the Hoces 20 km. From Contreras to the Vadocañas bridge

Level of difficulty IIIº +

For the PRI the Classic 11 km. From Tamayo to Tete.

Level of difficulty IIº +

Organizes Zapa in KALAHARI ADVENTURES

Registration price € 30

It includes:

The organization of the event

BBQ dinner based on meat and vegetables from the village, watered with plenty of wine

Bottle of wine I remember the concentration and maybe the shirt.

And very good vibes.

Objective: Join kayakers and river supers to enjoy a whitewater river, clear waters and amazing landscapes. And generate synergies among the participants to be able to make stays in different rivers and future encounters. In short, revitalize the world of river descents.

If we are enough, we do not rule out hiring a music group to liven up the wine that we will have inside. And we will put a record player.

We need you to pre-register to be a success of people. The pre-registration is free. Send an email with your information to Zapakalahari@hotmail.com and you’re already signed up. 15 days before we must enter the money to an account that we will give you. For you to commit, we will close registrations on August 15th.

In the old days we already had this concentration with the Old School and we intend to give a glass to this event that we believe is necessary.

We wait for you all: old kayakers rockers, young canoeists, SUP lovers in rivers and people wanting to laugh.

We are not responsible for anything, everyone who takes care of their things. If minors come accompanied. Minimum age 14 years.

If they want to come families we can offer them extra rafting activities and things like that, they should be hired at kalahari@kalahariaventuras.com

Accommodations: look for life. Com

The next day if we can, we will make a descent in the classic section.

We will put a list of pre-registered people so that we motivate the others. If you do not want to appear on the list, you tell us and we do not.

 

Siempre me pregunté cómo reaccionaría ante tal situación, desde siempre realicé multitud de cursos en los cuales por norma se incluía, aunque con el tiempo se modificaban los protocolos de actuación y probablemente se siga afinando más aún. Siempre pensé que algún día lo tendría  que hacer en la orilla de algún río de cualquier parte del mundo,

Me hallaba comprando la verdura para el resto de la semana en el mercadillo de Altea. Mientras negociaba unos aguacates pochos, detrás de mí, a unos escasos 5 metros, una mujer se desplomó golpeándose la cabeza contra el suelo. Esos 7 u 8 kilos de cráneo hicieron un ¡cloc! que retumbó en el aire.  Una mujer gritó desgarradamente -¡Mi madre! Fui el primero en socorrerla, metí la mano bajo su cabeza y el calor de su sangre empapó mi mano, mojándola como sólo sabe hacerlo la sangre. Pronto se arremolinó la gente. Todos daban instrucciones de manera histérica. Gritaban, – ¡llamad a un médico! pero nadie como su hija gritaba/suplicaba que viniera rápido una ambulancia. La mujer empezó a convulsionar y  por unos instantes me quedé en blanco. Intenté abrir las vías respiratorias pero su mandíbula se tensionaba a la par que dejaba salir un poco de espuma y no me dejaba. Intenté meter los dedos en su boca mientras sus ojos se tornaban en blanco. La gente se apiñaba alrededor sin parar de gritar. Un hombre fuera de sí decía, – Por favor, si hay gente cristiana por aquí, que recé conmigo, por favor.

La señora cada vez tenía más dificultad en respirar, un perro intentó lamer la cara de la señora y otro perro, propiedad de la hija de la señora, se hizo pis de miedo. Todo era confusión e histeria. Asombrósamente yo mantenía la calma, alguien me preguntó si yo era médico, le dije que no. La señora dejó de respirar, todo se multiplicó. Acerqué mi oído a su pecho, no había respiración, ni latidos, estaba muerta. Era el momento de la RCP (Masaje cardio pulmonar). Me puse en posición con mis brazos extendidos, una mano sobre la otra y comencé el masaje cardíaco, un hombre extranjero de lengua incomprensible empezó a insuflarle aire en la boca. Recordé que muchas veces se rompen el esternón y las costillas, pero su pecho cedía bien al empuje del masaje y, sin llegar a transcurrir el minuto, la señora empezó a respirar de nuevo. Dejé de masajear, a mí alrededor la gente continuaba aconsejando, dando gracias a Dios y vociferando pero yo sentía un silencio interno. La mujer me miró a los ojos y de forma angelical me sonrió dulcemente. Yo le devolví la sonrisa, podría decirse que se sentía plácidamente feliz y yo con ella.

En seguida vino la ambulancia, me levanté cogí mi bolsa de las verduras y marché. No conozco su nombre, ni ella el mío, solo sé, que era francesa y probablemente no nos volvamos a cruzar en la vida. Me quedo con su mirada de complicidad y de unas gracias sin palabras. También con la experiencia de poder haber puesto en práctica lo que  tantas veces me enseñaron.

Estoy seguro que cualquier guía de montaña, mar o río hubiera hecho lo mismo  que yo. Prestar ayuda en momentos decisorios, es un código que llevamos los guías, y otras muchas personas dentro y que no dudamos en ayudar o socorrer, siempre dentro de nuestras posibilidades. ¡Claro!

Antonio Robledo ZAPA

 

Solo andando se consigue detener el tiempo, decía un amigo. No sé, si es cierto o solo fue una frase grandilocuente más. Lo que si sé, es que cuantas más sensaciones y momentos extraordinarios pongas en tu vida, más grande será la percepción del tiempo. Todo bicho viviente cuando le llega la hora, siempre resalta lo mismo. Vive, en toda la extensión de la palabra, no te arrepientas de nada y si te tienes que arrepentir de algo es de lo que no hiciste. Viajar es sinónimo de vivir, cuando los ojos se recrean en un mismo paisaje durante largo tiempo o se consumen las horas o se reflexiona hacia dentro en un ejercicio de traslación corpórea que va más allá del ensimismamiento y al alcance de muy pocos.  Viajar no es poner km. de por medio, es tener la capacidad de volar, de poner todos tus sentidos al servicio de la imaginación. Se puede viajar en autobús o en libros, ambos vehículos te llevaran al mismo tiempo y al mismo lugar. El libro te proporcionará ese estado de ingravidez donde el físico no sufrirá daño alguno, el autobús te exige intemperie y la exposición de la piel. En uno soñaras y en el otro dispondrás de sexo permanente. Ambos te recubrirán de una capa de oro, aunque algunos, los menos, los más estridentes te dirán que vas desnudo. Que vamos hacer si no tienen valor y la cobardía les da sus justificaciones. Pero los que nos subimos al carro de la incertidumbre rentabilizaremos nuestra estancia en la tierra, por eso los dioses hicieron la tierra redonda para que fuera infinita y solo concluyeras tu viaje con el último suspiro.

Antonio Robledo ZAPA

Por fin se emite este sábado 8 de diciembre del 2018 a las 13,20 h. en RTVE LA 2, el programa grabado íntegramente por Zapa, el equipo de Kalahari aventuras y  AL FILO DE LO IMPOSIBLE. El capítulo se llama LAS VENAS DE LA TIERRA Y Trata sobre una nueva visión del rio sobre una tabla de surf apoyada con una pala.

RIVER SUP  el programa destaca la evolución que tuvimos empezando desde la nada, una nueva concepción de navegación que empezó con nosotros. Sin referencia alguna hemos diseñado un nuevo deporte fraguado en el ensayo-error. Todo ha sido experimentado por primera vez y de cuyas conclusiones hemos conseguido plasmar una técnica para poder descender un río en posición erguida. Si bien este deporte ya existía en el mar, nadie anteriormente lo había realizado en ríos de aguas bravas. Ha sido un viaje fascinante a través de la innovación, experimentación y la aventura. En el 2008 realizamos las primeras pruebas. Mucho ha cambiado desde entonces. Apenas conseguíamos descender un rápido sin caer de la tabla.   Hoy por hoy estamos capacitados para poder bajar rápidos de una dificultad considerable sin caer. El programa ha sido grabado íntegramente en nuestro querido río Cabriel y en el Noguera Pallaresa.

Durante estos diez años no solamente ha surgido un deporte nuevo con nosotros, sino que nos  ocupamos de su divulgación por todos los lugares. En primer lugar, realizamos la escuela de SUP  de río, donde impartimos clases y cursos, también como una actividad más en el turismo activo, dentro de nuestra empresa de deportes de aventura. Los índices de satisfacción de la gente que lo probaba nos daban ánimos para creer en nuestro proyecto. Nos propusimos bajar ríos por todos los rincones de España. Fuimos abriendo tramos de ríos donde poder bajar en SUP. Esto nos dio a conocer por muchas partes de nuestra geografía. Creamos una prueba deportiva “ MITICAL RIVER SUP” una prueba de descenso de 40 km. Por el río Cabriel. Una compañía sueca se fijó en nosotros y nos pidió el diseño de una tabla específica para las aguas blancas, a día de hoy vamos por el 4º modelo perfeccionado. Salimos al extranjero, Eslovenia, México, Austria y nuestra primera gran expedición. El descenso del río Gambia  en África durante 9 días, después vino Chile y el río Nilo. De este último hemos confeccionado un viaje comercial desde nuestra agencia de viajes con mucho éxito. Ahora solo nos queda publicar el libro que hemos escrito sobre técnica de navegación en  SUP en aguas vivas. Porque la certificación como deporte extremo ya nos la ha dado el emblemático programa de tv. Al filo de lo imposible.

Por nuestra parte solo esperemos que os guste y que algún día os atreváis a probar el river SUP

Dos días de inmersión en la naturaleza de un río.

Primer día hora de encuentro a las 11,00 h.

Lugar de quedada en la base de Kalahari de Venta del Moro

Recibimiento y conoceremos al resto de compañeros que nos acompañaran en esta aventura.

Reparto del material. A los participantes se les entregara el material necesario para la navegación: traje de neopreno, chaleco salvavidas, casco y pala

Embarcaciones disponibles para la  aventura:

 

Nadie ni nada puede contener la furia de las aguas, el agua siempre busca su camino e interrumpirlo supone enfrentarse al mayor de los elementos.

Treinta años llevo observando ríos, estos me hablan y me susurran. En su murmullo me advierten que lo que un día se nos antoja placentero, sinuoso y amable puede convertirse de un día para otro en un cauce devastador y aniquilador sin piedad ni freno, ellos solitos junto a los vaivenes telúricos socavan y modelan la tierra a su capricho dándole forma, convirtiendo su poder en la más bestia de todas las fuerzas.