Para cualquier habitante de la península ibérica volver a Asturias es como retornar al paraíso. No solo por sus verdes perpetuos, por sus afables habitantes o por sus guisos incomparables. Sino también por su mayestática naturaleza y el vertiginoso encuentro entre la montaña y el mar.

Hemos celebrado la TERCERA concentración de river SUP en el cantábrico. Nuestro entusiasta amigo Hugo de la escuela asturiana de surf ha organizado magistralmente este evento al cual he sido invitado un año más.

Asturias es popularmente conocida por su archiconocido descenso del Cares, pero estas jornadas nos descubren otros ríos menos populares y a mi gusto más bellos si cabe. Cares y Deva, dos ríos que confluyen en uno en su llegada al mar. A escasos kilómetros de sus playas, en el corazón de los picos de Europa hayamos lo que han sido estos dos cauces idóneos para la práctica del descenso en embarcaciones de stand up paddle o river SUP.

El ASTURIAS RIVER SUP FESTIVAL se compone de dos partes bien diferenciadas. La primera que ocupo los días 29 y 30 de abril destinada a la iniciación y a poder dar a conocer este singular deporte.

El primer día realizamos una introducción teórica previa, sobre la conducción de tablas de paddle surf en ríos, mencionamos como actúan las corrientes, cuales son las remadas necesarias, como caer y también potenciamos la lectura de rio. Una vez introducidos mediante la charla, vino el descenso. Grado 1º de dificultad del tramo del río Deva (Se considera la gradación más fácil en la dificultad de ríos), salimos desde la población de Panes para finalizar unos 8 km. más abajo. Este tramo debido a su sencillez puede realizarlo todo tipo de personas e incluso niños, el río ofrece corrientes muy nobles y amplios caminos para su trazado. Durante todo el recorrido gozamos de esas aguas tan cristalinas que alberga este tramo. Con buen ambiente y disfrute de al menos 30 participantes.

El siguiente día domingo elevamos un poco más la dificultad del tramo de río, pero sin alcanzar gran nivel de complejidad (grado 2º) Comenzamos en el rio Cares y aproximadamente la misma distancia que el día anterior, ese día aumento un poco más el número de participantes. Llegando a ser unas 35 deportistas. Los rabiones o rápidos le daban un poco más de condimento al descenso. El tramo discurría paralelo a la carretera a cierta altura y con las orillas más encañonadas que el anterior día. A destacar el paso del Cachopo como máximo exponente de dificultad. Aun así lo fascinante de este deporte es que uno se pone el listón donde quiera, pues siempre puede uno optar por ponerse de rodillas en la tabla, y así bajar el punto de gravedad y reducir enormemente la posibilidad de caer. Debemos decir que la mayoría lo intentaron de pie. Como el anterior día, el río ofrecía límpidas y claras aguas, y pasos muy seguros en su navegación, careciendo de peligros evidentes o situaciones angustiosas. Llegamos a la confluencia del río Deva rebasando las juntas para acabar en la ya familiar población de Panes.

Ambos días dieron pie a dar a conocer esta nueva modalidad de navegación en ríos tan apasionante y de tan singular belleza. El river SUP nos regala una visión panorámica del rio sin parangón, pues al bajar de pie el rio, podemos apreciar mucho más la hermosura que contiene ambos ríos en su plenitud. Comparada con el resto de embarcaciones fluviales donde siempre se va sentado (kayak, canoa, rafting), reduciendo considerablemente la apreciación del río, sus fondos y sus aguas.

Día 1 de mayo la quedada de deportistas ya avanzados. Este último día fue destinado a practicantes experimentados en este deporte. Descendimos el río Cares de grado 3º de dificultad. En la quedada participaron gentes venidas de toda España. De valencia, Extremadura, Madrid, Euskadi, la Rioja, Andalucía, Galicia e incluso Escandinavia. El tramo que ya alberga rápidos más comprometidos y más técnicos, se salvó sin ningún tipo de lesión o accidente más que los típicos revolcones que nos ofrecen los ríos de aguas bravas. Desde mi perspectiva como supero de ríos, este tramo del río Cares puedo aseverar que es uno de los ríos más hermosos para la práctica del river SUP. Sus aguas esmeraldas escavadas en pura roca caliza otorgan sensaciones cromáticas paradisiacas. A veces producía una sensación ingravitatoria de navegar por la superficie de un cristal, que de vez en cuando se agitaba, dándole la emoción subyacente necesaria para conquistar el corazón de cualquier amante de los ríos vivos. Nos encontramos en uno de los ríos más bellos del mundo, puede parecer exagerado. Pero desde mi experiencia profesional de bajador de ríos por todo el mundo puedo confirmarlo con conocimiento de causa. El tramo nos llevó unas cuatro horas de descenso. Evitando solo un paso debido a un sifón. El resto se navegó dignamente entre rocas, espumas y pozas de ensueño. Acabamos todos encantados, esperando la 4ª edición del ASTURIAS RIVER SUP FESTIVAL 2024. Rematamos todos los miembros de la quedada con una buena cena en un restaurante del lugar, bien remojados esta vez en sidra y sin chaleco salvavidas, ni casco. ¡Viva Asturias patria querida! Nos veremos el año que viene.

 

Antonio Robledo ZAPA de Kalahari aventuras

 

Siempre intenté darle un sentido a mis viajes, sin duda este ha sido uno de los viajes más peculiares que he realizado en mi vida. Se ha compuesto de tres partes bien diferenciadas. La primera fue de exploración, la segunda de trabajo y la tercera un viaje interior.  Han sido tres viajes encadenados a lugares sumamente dispares. El primero fue motivado por la exploración de un río en la AMAZONÍA donde pude disfrutar de lo que más me gusta: explorar. Fuimos  acompañados de una etnia que vive en el interior de la región amazónica en Ecuador,. Volamos en avioneta desde Puyo hacia el interior de la jungla, donde habitan los SAPARA, Esta comunidad que apenas perviven 500 miembros, habitan en diferentes puntos de la frondosa selva comprendida entre los ríos Napo y Pastaza. Descendí junto con un grupo de unas 8 personas por el río Pingoyaku, lo bajé en mi tabla, mientras el resto navegaba en kayucos dirigidos por los miembros de esta tribu. La noche de antes hubo una lluvia torrencial que hizo crecer el río, convirtiendo sus meandros en peligrosas trampas sino se preveían con presta  antelación. Los numerosos árboles caídos sobre el cauce hacían bonito y a la vez temeraria su navegación, había tramos que transcurrían en auténticos jardines botánicos. Los Sapara cazaron y recolectaron comida de la cual nos alimentamos durante esos días, desde lagartos (cocodrilos) hasta gusanos de palma (ochantacuros) así como numerosas y variadas frutas de la jungla que nos albergaba. Fue una experiencia muy bonita y enriquecedora.

Volé a España donde tuve tiempo de lavar mi ropa y tomar un viaje a Asuan (Egipto) Aquí me dediqué a dirigir un descenso por el río Nilo en tablas acompañados de falucas (antiguos barcos a vela) donde, dormíamos y nos alimentamos durante los 4 días de singladura.  Tuvimos algunos días vientos potentes que nos dificultaron su descenso, pero al final disfrutamos del enigmático río que nos lleva en su lento transcurrir hacia tierras del norte. Llegamos hasta la ciudad de ko Ombo encontrándonos con los primeros yacimientos de la ancestral cultura de los faraones, Ahí dejé el grupo que lideré en cuestiones técnicas de la navegación erguida. Stand Up Paddle, lo que viene a llamarse SUP o paddle surf. El grupo se quedó en manos de Irati de ojo de nómada. A partir de ahí empezó lo que fue mi viaje interior y que mejor escenario que un oasis en la ciudad perdida de SIWA, cerca de la frontera con libia, antes a su paso me encontré con la mítica ciudad de Alejandría, donde busqué inspiración para la creación de una novela en la cual me he aventurado a escribir. EL HIJO DEL ZAHORÍ. Pasé diez días entre letras y palmeras. Apenas visité lugares, la gestación me tuvo imbuido en las recreaciones de personajes y situaciones solo soñadas en mi interior, fue mi primer encuentro con la ficción. Ha sido fascinante poder plasmar situaciones que solo mi imaginación me proporcionaba, fue un viaje más, sin sufrir las inclemencias de la intemperie en la aventura física. Mis escritos siempre fueron realistas de situaciones vividas o sentidas, esta vez no tuve que padecer, solo hilar mediante palabras lo que mi mente era capaz de crear. Ahora regreso al lugar donde transcurre mi vida, a mi tierra natal donde me espera lo que más quiero y anhelo.

Mi mochila viene vaciada de contenido y repleta de reflexiones, dispuesta a emplear todo lo aprendido para conseguir hacer más feliz el mundo que me rodea. Insalah (ojalá) pueda al menos transmitiros lo visto por mis ojos, sin ánimo de cambiar el cosmos, simplemente entender y aceptar la libertad que os conceden vuestros pensamientos.

Antonio Robledo ZAPA

Cuando la tierra se desviste aparece el desierto. Al despojarse, la tierra se muestra desnuda tal como vino al mundo, tal y como es. No sé cuales son los motivos por los que me atraen tanto estos espacios aparentemente inertes, carentes de vida. Lugares que emanan soledad, donde el ser humano sobra y no se representa ante un escenario grandioso, donde ocupamos una mínima expresión en la enorme masa que sólo el horizonte nos acota. Lugares que a la vez se convierten en fuente de inspiración, de profunda reflexión sobre nuestro papel en el universo. Y aparecen las tres grandes preguntas que nos acechan (¿quién es somos…?) cuando de verdad, nadie nos interfiere y entramos en una existencial comunión con uno mismo.

El Hombre se adapta a los infiernos y consigue formar hogar en el yermo paisaje de la aridez. El meramente visitante queda cautivado por su inmensidad. El más estoico busca y encuentra la vida más allá de las piedras, descubriendo un submundo en el inframundo. Insectos, reptiles, aves y mamíferos, todos ellos invisibles en los primeros momentos, le observan. Hasta que el hombre muta y se hace animal. Entonces deja de encontrarse en territorio lunar.

Paisajes que van más allá de la imaginación. Materiales duros que recrean formas geométricas en ocasiones y en otras, esculturas abstractas cinceladas por los vientos y la arena.  Vientos que guardan silencio, sin árboles que pongan letra a las canciones del dios Eolo.

Curvas sinuosas dan forma a las dunas como tersos pechos de mujer que atraen pensamientos libidinosos. Suaves ondulaciones que fantasean sin importar el género. Colores e intensidades al dictado del movimiento del sol en el transcurso del día.

Sin sombras que distorsionen paisajes sinceros, perfiles delimitados por el corte de la realidad, sin trampa ni cartón. Donde se advierten los límites de lo inhóspito, solo apto para el audaz aventurero deseoso de internarse en el atrayente mundo de la incertidumbre.

Siempre alerta en la búsqueda permanente del paraíso, el lugar donde moran los dioses. Útero de la fertilidad que aflora en forma de oasis, vergel de la tranquilidad donde las aguas manan por un acto  de magia.

De todos los desiertos, el Sahara me cautiva especialmente. Sólo pronunciarlo me teleporta al misterio más indescifrable. Esa hache intercalada en forma de jota suave, dicha desde la parte más profunda del paladar, evoca en mí espejismos en forma de mujer velada por el tul de la luz de las velas y la fragancia del almizcle. Caravana de sensaciones en un océano de arenas inabarcables.