Muchas veces me han preguntado ¿Cómo has podido llevar esa vida de aventuras, te habrás gastado mucho dinero en ello? Mi respuesta ha sido –El dinero es siempre relativo y pocas cosas hay más baratas que realizar una aventura. Puedes salir de tu casa con lo puesto y ponerte andar hacia algún lugar, cercano o lejano, ahí decides tú la envergadura en que quieres convertir tu hazaña. Para ello no necesitas nada más que hambre de improvisación, adaptación y capacidad de sufrimiento. El resto te lo ofrece el destino y sus caprichosas formas. Todo radica en la previsión que quieras dotar a tu aventura, lo organizado que tengas todo y los recursos que dispongas. Sin embargo puedes no informarte de nada, ni siquiera de un mapa, guía o móvil, que facilite tu gesta. El arte de perderse uno y dejarlo todo en manos de la providencia y la intuición.  Todo lo que acontezca tendrá la facultad de sorprendernos, eso es vivir la aventura en estado puro y salvaje, al margen de cualquier tipo de información. O bien prever de ante mano lo que nos vamos a ir encontrando por el camino y tener la planificación absoluta, dejando poco o nada a la improvisación. Aun así no todo es previsible ni todo sale como uno quisiera, ya que en nuestra vida tarde o temprano nos encontraremos con piedras que caen del cielo aun estando despejado.

Toda empresa de resultado incierto podría catalogarse de aventura, y ahí caben muchas cosas, más de lo que nos imaginamos. Desde el momento del nacimiento nos convertimos en potenciales aventureros, somos pasto de las anomalías de nuestra estrella, aquella que dicta nuestra fortuna, nuestro propio sino.

Por mucho que uno sea cauto o precavido, nunca tendrás la certeza al cien por cien que las decisiones que tomemos van a ser las correctas. Las influencias de otros serán decisivas y el giro de nuestro rumbo puede estar a la orden del día en cada acción, en cada decisión, en cada propuesta. Por eso debemos educar a nuestros hijos en desarrollar capacidades resolutivas y de resiliencia que nos otorguen infinidad de registros para poder salir lo menos perjudicado de cualquier atolladero.

Si nos empeñamos en apartar todas las piedras del camino haremos de nuestros descendientes, niños asustadizos, incapaces de tomar una decisión, de afrontar una iniciativa o de valerse por sí mismos. Crearemos personas vulnerables de cristal, frágiles de carácter, victimas del primero que les levante la voz. Carecerán de criterio y serán fáciles de domesticar. La sobre protección acarrea esa lacra. A nuestros hijos hay que enseñarles supervivencia y respeto a partes iguales. De nada sirve crear un superhombre sino sabe convivir, apoyar y apoyarse en los demás. Somos animales gregarios debemos cultivar las relaciones humanas y la empatía, y a la vez ser tipos duros e implacables. Parece contradictorio pero no lo es.

Probablemente la mayor aventura que me he corrido jamás, ha sido la determinación de tener un hijo. Ahora en plena adolescencia donde no sabes por donde vienen las tormentas, el único consuelo que tengo es saber que esta singladura es pasajera y transitoria, y que en las aguas de ese océano vendrán las calmas y los alisios favorables para llegar a buen puerto.

 

Antonio Robledo ZAPA

 

Cuando uno opta por hacer de su vida una aventura, renuncia a muchas cosas excepto a soñar. Toda aventura se fragua por medio de sueños previos, sueños que modelan proyectos e ilusiones que florecen fruto de la imaginación. Descubrir un paraíso, desvelar un misterio, hallar un tesoro, es la conclusión final que conlleva una acción, a menudo ardua y costosa llena de vicisitudes y peripecias. Lo fácil no atrae ni produce esa sublime satisfacción difícil de explicar, pero que todo el mundo entiende y sabe a lo que me refiero. Es a través del esfuerzo, la tenacidad y la perseverancia cuando acaba llegando, en forma de éxito o reconocimiento, eso que los antiguos llamaban “la gloria”. Existen distintos niveles para llegar a ella. Algunos necesitan conquistar el Everest y otros nos conformamos con pequeñas andanzas igualmente satisfactorias y más alcanzables en su realización.

El día de ayer nos dispusimos a desvelar el enigma del cañón encontrado en las Hoces del Cabriel. Tras el gran revuelo creado por el hallazgo, patrimonio mandó al cuerpo de élite de la unidad de actividades subacuáticas de la guardia civil para poder dar constancia e identificar la pieza de artillería sumergida en las aguas de nuestro preciado río. Cinco especialistas buceadores y yo descendimos en balsa de rafting por las bravas aguas del cañón con todo el material necesario para la inmersión. Nos costó encontrarlo, no sé porque ese día las aguas no estaban tan cristalinas como nos tienen habituados, pero al final dimos con él, mientras otros dos miembros de la benemérita nos hacían el apoyo externo. Montamos un buen tinglado para acceder al lugar. Sentía que entre nosotros la admiración era mutua. Ellos, grandes profesionales curtidos en mil batallas de búsquedas subacuáticas y, por mi parte, el conocimiento del terreno y manejo de la embarcación. Pertrechados con botellas, reguladores, cámaras y cuerdas, comenzó la inmersión.

Los días anteriores fueron un no parar de atender a medios de comunicación, arqueólogos, expertos en armamento antiguo, etc. Parecía que todo el mundo estaba expectante de si podíamos sacar el cañón del cañón, ¿De qué época podría datar, era de la guerra de la independencia, de las guerras carlistas o pertenecía a la guerra civil? Nadie se explicaba por qué se hallaba ahí. Lo cierto es que nosotros, desde Kalahari Aventuras, no teníamos ni idea, solo teníamos unas fotos sacadas el día que dimos con él. Todo eran hipótesis.

Tras muchas dudas llegamos a la conclusión de que aquello no era un cañón, a pesar de su apariencia. Era una bomba, pero no de estallar, sino de extracción de agua. Una bomba gigante que instalaron para poder sacar el agua del río y llevarla a los campos de arriba en una finca llamada el Purgatorio. Abandonada en el lecho de rio con sus cuatro ruedas y desde donde surgía un tubo a modo de cañón que se introducía en la tierra y ascendía por las laderas hasta dicha finca y que, al parecer, nunca llegó a funcionar. Nuestro gozo en un pozo o, mejor dicho, en una poza. Lamentamos las expectativas creadas, pero a veces las cosas no son lo que parecen, aunque todo indicaba otra cosa. La verdad es que hasta que no lo palpamos físicamente, no salimos de dudas. El tesoro que creíamos haber encontrado se difuminó como nuestros propios sueños. Sólo puedo decir que fue bonito mientras duró y que, si bien no hallamos un histórico objeto, estoy seguro de que los fondos del Cabriel albergan otros tesoros y un millón de historias por descubrir en uno de los ríos más limpios y bonitos de Europa. Al volver a casa y con la decepción a lomos de mi conciencia, me di cuenta de que el verdadero y magnifico tesoro, era el propio río y sus prístinas aguas.

Antonio robledo ZAPA

Director de kalahari aventuras

 

Aventura y exploración van unidas. La exploración culmina con el descubrimiento: la mejor recompensa del aventurero. Descubrir una cueva, encontrar una vista, toparse con una cascada o algún objeto escondido o perdido en los albores de los tiempos.

Hace unos días el equipo Kalahari, impartimos un curso de instructor de river SUP (guía de paddle surf en aguas bravas). Sabíamos que el río había sufrido una riada colosal y que su curso había cambiado en algunos lugares, modificando el cauce.

El último día, después de 5 intensas jornadas de formación, acabamos con el descenso del gran cañón de las Hoces del rio Cabriel, un tramo con mayor dificultad técnica, donde los rápidos se tornan en aguas bravas

Llegamos al corazón del cañón, a la altura de El Purgatorio, la zona más abrupta y aislada del río.  Un lugar por donde hemos pasado infinidad de veces. Pero esta vez algo extraño sumergido en las cristalinas aguas del Cabriel captó nuestra atención

La gran riada había modificado brutalmente el cauce y destapado un sorprendente cañón de las guerras carlistas o quizá de la guerra de independencia, oculto por sedimentos y gravas durante siglos. Ahora afloraba en un sitio difícil de creer. El rio lo había devuelto a la intemperie y a nosotros, el equipo de a Kalahari Aventuras nos había tocado encontrarlo, quizá fue suerte o quizá es la recompensa a 28 años descendiendo el río Cabriel

La sorpresa fue mayúscula. El cañón es enorme y parece en excelente estado de conservación con sus ruedas metálicas y todo. Y está perfectamente colocado en su posición en el lecho del río, como si alguien lo hubiese posado allí con mucho cuidado. Las preguntas nos asaltaron a todos desde el primer momento. La principal y más  extraña de todas ¿Cómo llegó semejante aparato hasta aqui, un lugar alejado de caminos, puentes y de cualquier signo de civilización. Un paraje en el incluso hoy todavía no hay cobertura ni ningún camino de acceso. ¿Quién tiró el cañón al río, qué hubo detrás de una acción así?  Llevarlo hasta ahí tendría un motivo. ¿Qué historia había detrás de ello?  Alguien supuso que podía tratarse de una retirada de los ejércitos, lanzando a los acantilados el arma para que no pudiera capturarla el enemigo y usarla en su contra. Otra teoría más peregrina es que no lo falcaron con una pía y con el propio retroceso al disparar se les callera al río. Esta es la teoría que más nos divierte, aunque no tenga ningún rigor.

Lo cierto es que el lugar donde se haya se encuentra muy distanciado de los pasos clave para poder cruzar esa gran barrera geográfica que es el Cabriel y su valle. Algo incomprensible para nosotros pero seguro que los historiadores y profesionales de lo antiguo nos darán una explicación coherente. Por lo pronto estamos dando parte a la guardia civil de patrimonio para que se haga cargo. Al fin y al cabo no deja de ser un arma.

Es una formidable paradoja haber encontrado un cañón en el cañón, valga la redundancia. El río, ese elemento vivo y cambiante que nos depara situaciones inesperadas, hoy nos ofrece un hallazgo histórico sorprendente, un pesado cañón de hierro fundido que a saber las guerras que habrá presenciado y los estragos que habrá causado. Si patrimonio quiere rescatarlo intentaremos sacarlo del río, ardua tarea, ya que deberíamos transportarlo por el agua hasta el puente de Vadocañas, situado 6 km rio abajo o bien extraerlo con un helicóptero, cosa bastante improbable debido a lo salvaje del lugar y a su arriesgada dificultad.

Este descubrimiento nos regala momentos sublimes de aventura en un territorio que conocemos bien. Felicitamos al equipo de Kalahari por el histórico hallazgo, siempre en la brecha o en el filo de lo imposible.

 

 

Ni el agua ni el tiempo se pueden retener. Por mucho que queramos detener el tiempo, llegará inevitablemente el fin en forma de esquela. Lo mismo pasa con el agua. Tarde o temprano buscará salida hasta llegar al inmenso mar donde finalizará su viaje, pasando a la eternidad.

Sí en algo ha sido desagradecido el ser humano, es en el trato ofrecido a los ríos. Es una paradoja que el único elemento indispensable para el ser humano es el agua, en su formato más tangible: los ríos. Estos han sido maltratados, vejados, contaminados y olvidados por la reciente humanidad. Tras una asombrosa indiferencia, el hombre de hoy menosprecia la mano que le dio de comer, el útero que le dio la vida, las venas de la tierra, la fuente de la vida. Como si no fuera con nosotros relegamos al ostracismo en post del obsceno confort de una opulencia ingrata que nos hace desmemoriados e ignorantes.

Todas las civilizaciones, todos los pueblos se han asentado en las riberas de los ríos, era la única condición indispensable para montar un asentamiento, tener el agua corriente cerca. Era imposible concebir la tribu si no nos ubicásemos a la vera de un curso fluvial.

Pero los ríos son poderosos como poderosa es el agua. Últimamente su furia se desencadena en avalanchas ingobernables con la fuerza atronadora de una mastodóntica bestia enloquecida. La tierra se enfada y descarga su cólera con un llanto de rabia que destroza puentes y rebasa presas e inunda indolentes mentes miopes.

Solo me queda pedir disculpa como especie, aunque en el fondo piense que nos lo merecemos por la falta de consideración con lo realmente es importante. Como el tiempo el agua nos otorga la divina concesión de la vida y nosotros: maltratadores, nos creemos por encima de todo, incluso de la madre tierra que nos vio nacer.

Protejamos los ríos, protejamos nuestras madres.

Antonio Robledo ZAPA

 

Para cualquier habitante de la península ibérica volver a Asturias es como retornar al paraíso. No solo por sus verdes perpetuos, por sus afables habitantes o por sus guisos incomparables. Sino también por su mayestática naturaleza y el vertiginoso encuentro entre la montaña y el mar.

Hemos celebrado la TERCERA concentración de river SUP en el cantábrico. Nuestro entusiasta amigo Hugo de la escuela asturiana de surf ha organizado magistralmente este evento al cual he sido invitado un año más.

Asturias es popularmente conocida por su archiconocido descenso del Cares, pero estas jornadas nos descubren otros ríos menos populares y a mi gusto más bellos si cabe. Cares y Deva, dos ríos que confluyen en uno en su llegada al mar. A escasos kilómetros de sus playas, en el corazón de los picos de Europa hayamos lo que han sido estos dos cauces idóneos para la práctica del descenso en embarcaciones de stand up paddle o river SUP.

El ASTURIAS RIVER SUP FESTIVAL se compone de dos partes bien diferenciadas. La primera que ocupo los días 29 y 30 de abril destinada a la iniciación y a poder dar a conocer este singular deporte.

El primer día realizamos una introducción teórica previa, sobre la conducción de tablas de paddle surf en ríos, mencionamos como actúan las corrientes, cuales son las remadas necesarias, como caer y también potenciamos la lectura de rio. Una vez introducidos mediante la charla, vino el descenso. Grado 1º de dificultad del tramo del río Deva (Se considera la gradación más fácil en la dificultad de ríos), salimos desde la población de Panes para finalizar unos 8 km. más abajo. Este tramo debido a su sencillez puede realizarlo todo tipo de personas e incluso niños, el río ofrece corrientes muy nobles y amplios caminos para su trazado. Durante todo el recorrido gozamos de esas aguas tan cristalinas que alberga este tramo. Con buen ambiente y disfrute de al menos 30 participantes.

El siguiente día domingo elevamos un poco más la dificultad del tramo de río, pero sin alcanzar gran nivel de complejidad (grado 2º) Comenzamos en el rio Cares y aproximadamente la misma distancia que el día anterior, ese día aumento un poco más el número de participantes. Llegando a ser unas 35 deportistas. Los rabiones o rápidos le daban un poco más de condimento al descenso. El tramo discurría paralelo a la carretera a cierta altura y con las orillas más encañonadas que el anterior día. A destacar el paso del Cachopo como máximo exponente de dificultad. Aun así lo fascinante de este deporte es que uno se pone el listón donde quiera, pues siempre puede uno optar por ponerse de rodillas en la tabla, y así bajar el punto de gravedad y reducir enormemente la posibilidad de caer. Debemos decir que la mayoría lo intentaron de pie. Como el anterior día, el río ofrecía límpidas y claras aguas, y pasos muy seguros en su navegación, careciendo de peligros evidentes o situaciones angustiosas. Llegamos a la confluencia del río Deva rebasando las juntas para acabar en la ya familiar población de Panes.

Ambos días dieron pie a dar a conocer esta nueva modalidad de navegación en ríos tan apasionante y de tan singular belleza. El river SUP nos regala una visión panorámica del rio sin parangón, pues al bajar de pie el rio, podemos apreciar mucho más la hermosura que contiene ambos ríos en su plenitud. Comparada con el resto de embarcaciones fluviales donde siempre se va sentado (kayak, canoa, rafting), reduciendo considerablemente la apreciación del río, sus fondos y sus aguas.

Día 1 de mayo la quedada de deportistas ya avanzados. Este último día fue destinado a practicantes experimentados en este deporte. Descendimos el río Cares de grado 3º de dificultad. En la quedada participaron gentes venidas de toda España. De valencia, Extremadura, Madrid, Euskadi, la Rioja, Andalucía, Galicia e incluso Escandinavia. El tramo que ya alberga rápidos más comprometidos y más técnicos, se salvó sin ningún tipo de lesión o accidente más que los típicos revolcones que nos ofrecen los ríos de aguas bravas. Desde mi perspectiva como supero de ríos, este tramo del río Cares puedo aseverar que es uno de los ríos más hermosos para la práctica del river SUP. Sus aguas esmeraldas escavadas en pura roca caliza otorgan sensaciones cromáticas paradisiacas. A veces producía una sensación ingravitatoria de navegar por la superficie de un cristal, que de vez en cuando se agitaba, dándole la emoción subyacente necesaria para conquistar el corazón de cualquier amante de los ríos vivos. Nos encontramos en uno de los ríos más bellos del mundo, puede parecer exagerado. Pero desde mi experiencia profesional de bajador de ríos por todo el mundo puedo confirmarlo con conocimiento de causa. El tramo nos llevó unas cuatro horas de descenso. Evitando solo un paso debido a un sifón. El resto se navegó dignamente entre rocas, espumas y pozas de ensueño. Acabamos todos encantados, esperando la 4ª edición del ASTURIAS RIVER SUP FESTIVAL 2024. Rematamos todos los miembros de la quedada con una buena cena en un restaurante del lugar, bien remojados esta vez en sidra y sin chaleco salvavidas, ni casco. ¡Viva Asturias patria querida! Nos veremos el año que viene.

 

Antonio Robledo ZAPA de Kalahari aventuras

 

Elige. ¿Qué quieres seguridad o foto? Difícil decisión. Cuando  vamos a bajar ríos por esos mundos de Dios, aparece ese dilema. Llegamos a un lugar expuesto donde el peligro se multiplica y lo que vemos es un rápido espeluznante, donde asoman elementos que uno identifica como al menos inquietantes. Aparecen riesgos reales de sufrir un susto enorme o, más incluso, de jugarte la vida en un segundo. Siempre algún compañero suelta la frasecita con sorna “¿seguridad o foto?”

Precisamente esos lugares suelen ser espectacularmente atractivos para la fotografía, pues albergan grandes desniveles, movimientos virulentos o espumas atrapantes, otorgándole una inusual belleza fotogénica a la escena. Por norma, en los ríos vamos provistos de una bolsa de rescate. Es nuestra mejor amiga. Se trata de una cuerda que nos da acceso a cualquier lugar desde una orilla o un punto seguro. Ésta se encuentra embutida en una manga de cordura, que al lanzarla se despliega con cierta precisión y nos sirve para aferrarnos a ella, en el caso que todo salga mal para poder salir del atolladero dignamente. Pero para ello necesitamos las dos manos y hay que estar atento y concentrado, tanto o más que el que desciende el rápido. El safety o seguridad debe hacer confluir cuerda y rescatado con exactitud, todo ello en la hipotética cinta transportadora que es un río. En esos momentos estamos en lo que estamos y no hay tiempo para enfocar una cámara, aunque perdamos ese momento de gloria y no podamos pavonearnos en las redes sociales tan importantes hoy en día. “Actualmente lo que no muestras con imágenes sencillamente no existe”.

Que lástima perder nuestra integridad física por unos likes tan efímeros como la vida de un confeti. La esclavitud de la imagen hace que muchas veces estemos más pendientes de lo que verán nuestros seguidores, que de gozar un satisfactorio reto con uno mismo ante el brutal poder demoledor de las aguas bravas. Afortunadamente existen las go pro, esos artilugios del demonio que incrustados en el casco nos permiten grabar mediante un ojo de pez todo lo que nuestra mirada ve. La tecnología vino para quedarse y algunos compañeros son auténticos maestros de la edición, (no es mi caso, considerándome un minusválido digital). Ellos generan videos de pasmoso realismo creativo. Yo soy más de describir mediante letras lo que deparan las aventuras, aunque siento que el texto se queda obsoleto por mucho que me esmero en combinar sustantivos y adjetivos, pocos son los que leen ya (si has llegado hasta aquí, enhorabuena, te salvas). Aun así creo que la imagen no vale más que mil palabras, al contrario del dicho. Todavía no han sacado cámaras que reflejen sentimientos, sensaciones, emociones o escalofríos. Quizás el tiempo y la inteligencia artificial también me demuestren que nada es imposible y vuelva a equivocarme una vez más. ¿Dónde vamos a ir a parar? en todo caso yo, si me dan a elegir: seguridad, por favor, seguridad. No por nada, sólo para poder volver a contarlo y poder escribirlo para ustedes.

Antonio Robledo ZAPA

Cuando los indígenas americanos veían a los primeros europeos a caballo, pensaban de ellos que eran solo un animal. Tan extasiados se quedaban que huían despavoridos ante tamaña criatura. Nunca habían visto un caballo, ni a un hombre barbudo, todo junto se asemejaba al mitológico centauro. En mi afición por el kayak en inhóspitos ríos sentí en alguna ocasión que producía tal sensación. Observado por gentes aisladas, no acostumbradas a la presencia de navegantes en sus turbulentos cauces, jamás presenciaron tal artefacto flotante. Cómo un extraterrestre bajando por sus ríos me veían, y más con casco, chaleco salvavidas y una piel de neopreno, en ocasiones también huían cuando intentaba preguntarles por algo, éramos de una sola pieza. Y es que esa misma sensación también la tengo yo al estar horas encajado en la angosta piragua ceñida como un guante. Así es… los kayakistas somos especialmente sufridores, pero sabemos que portamos la mejor herramienta para el descenso de ríos de aguas vivas. No hay nada como un kayak para poder sortear rápidos de toda índole, no se resisten ni las cascadas, es la auténtica reina de las aguas bravas. El hombrekayak no conoce límites, cada día supera récords, lo que hasta el día de ayer era considerado un infranqueable, llega un hombrekayak y rompe el himen de esa catalogación, otorgándole un grado 6º, el top de la navegación. ¿Para cuándo se inaugurará el grado 7º? En mi humilde opinión creo que ya hace tiempo que se alcanzó ese nivel. Aunque no está reconocido todavía. ¿Quizás sea el momento de ponerlo encima de la mesa? de todas formas si lo que quieres es iniciarte en este noble e inigualable deporte, te proponemos unas fechas para que puedas bajar y aprender las técnicas del kayak alpino o kayak de aguas bravas. El fin de semana 13 y 14 de mayo, en el río Cabriel a una hora de valencia y a dos horas y media de Madrid.

¡Alístate compañero riachero!

Antonio Robledo ZAPA

Durante 28 años todos los sábados a la noche realizamos el mismo ritual en kalahari. La torra o barbacoa, es el punto de encuentro donde se dirime todas las fatigas del día. Al caer la noche casi religiosamente el fuego prende entre retorcidas cepas. Combustible extraído de los campos de viñas locales, que arrancadas y secadas al albor de los tiempos nos proporcionan las incandescentes brasas para cocinar el proteínico embutido del  pueblo.

Festival de longanizas, morcillas o chorizos, sin descuidar la picosilla GÜEÑA, embutido autóctono de gran éxito (mezcla entre longaniza y chorizo, con personalidad propia) también la panceta, las costillas de cerdo o el pollo al “ras el hanou”. No nos podíamos olvidar de los vegetas que tienen su propia parcela gastronómica a base de verduras de temporada. ¿Y Qué sería de la comida sin la bebida? Aquí lo regamos todo con vino bobal la variedad propia del terreno. Para culminar nuestra pantagruélica experiencia con un té del cual no podemos revelar el secreto de su composición, pero que sin duda otorgará un remate delicioso a la cena.

¿Sí alguien espera sentarse en una mesa a zampar? se equivoca, pues la forma que procedemos es a colocar toda la comida en las mesas centrales y los asientos separados de ella. Utilizamos el pan como plato y no utilizamos cubiertos. Así de informal nos gusta, para que puedas hablar con unos u otros lo que más te apetezca. Creemos que sentarte en una mesa limita demasiado con quien te toca enfrente o a un lado, de esta forma te encuentras libre de poder charlar y compartir la comida con quien quieras, sin formalismos, ni protocolos. Al natural.

Aparte de alimentarnos, la barbacoa en Kalahari es algo más… Es el lugar donde compartimos las aventuras acontecidas del día. No faltan anécdotas o espontáneos que se lanzan a cantar o contar un chiste. El ambiente está garantizado entre todas las personas que decidieron pasar un finde con nosotros. Es el momento más buscado por los guías de las diferentes actividades que realizamos. Donde se interactúa y se confunden guías con clientes y clientes con guías, sin llegar a saber a que grupo perteneces.

Sí la carne del pueblo es la base de la cena, no es menos importante el humor con lo que nos tomamos la vida, creando un efecto contagio siempre dispuestos a echarnos unas buenas risas y a vivir intensamente como nos gusta. Y, como os gusta a vosotros, así nos lo hacéis saber.

La seguridad es algo obvio en cualquier actividad física, pero el exceso de seguridad no deja de ser parte ignorante del que no está verdaderamente preparado.  Las personas que deciden  acaban culminando en tajantes prohibiciones. Quien no sabe o carece de experiencia toma decisiones que coartan las actividades de forma inexplicable.

En nombre de velar por tú seguridad destrozan cualquier iniciativa, más por salvaguardarse uno mismo que por de verdad protegernos.

El ser humano siempre se ha aventurado en todas sus facetas y ha llegado más allá de lo establecido, conquistando lugares e ideas que anteriormente no se contemplaban o que simplemente no se eran capaces de llevar a cabo.

Siempre hay algún iluminado con potestad  de prohibir ciertos deportes en la naturaleza:  como surfear un día de bandera roja o bajar un río con una crecida, Justamente el momento más deseado por estos deportistas para la práctica de esas actividades, también los medios de comunicación convencen a la masa para que critiquen y opinen sin tener ni idea, exagerando la osadía como un acto de irresponsabilidad

Estos deportistas-aventureros requieren de esa incertidumbre de ese algo más para superarse.  La sobreprotección es algo que cohíbe y censura la normal evolución del ser humano no solo en los deportes sino en la propia educación del hombre. El ser humano necesita de esos errores para aprender, de esas pequeñas controversias que nos dan la vida y que son fundamentales para el desarrollo educativo. La gestión y aprendizaje de esas frustraciones es capital, porqué de los éxitos se aprende proporcionalmente muy poco a comparación de los fracasos recibidos. Unas veces se vence y otras se aprende, reza un dicho muy común entre deportistas.

También ciertas empresas juegan con esa máxima, confundiendo deportes de aventura con parques temáticos, en estos últimos, el riesgo debe ser mínimo ya que el cliente busca la sorpresa y la emoción sin riesgos, pero los deportes de aventura que se realizan en un medio natural  siempre contemplan cierto riesgo no controlado que el cliente debe de asumir, un esguince, una caída, un susto, un cambio meteorológico repentino, una picadura de un insecto, cosas incontrolables y que algunos venden como imposibles en un mundo cambiante e imperfecto (afortunadamente) de ahí viene el apelativo “aventura” acción de resultado incierto. Para ello están los guías profesionales para minimizar los agentes externos que pueden influir en el resultado. Aunque hay algo que nunca se puede prever y es la reacción humana de cada individuo ante una situación de estrés, aquí cada uno tiene que confiar en sí mismo.

El riesgo cero no existe y con el riesgo convivimos, desde conducir una bicicleta, hasta dar una vuelta con una moto y no digamos el mero hecho de conducir a cierta velocidad y pasar a escasos metros de otro coche que viene en dirección opuesta, todo ello y más, es un peligro potencialmente mortal, de la misma forma que pasear por una acera y te caiga una teja en la cabeza y no por eso se debe de PROHIBIR, sino acostumbrarse a una realidad maravillosamente imperfecta.

Antonio Robledo ZAPA

Despedimos el año con nuestra tradicional concentración invernal de river SUP. Este año la hemos hecho por tierras de Extrema-dura. En los ríos Jerte y Tormes.

Han sido dos días muy divertidos  durante l0s que nos acompañó el buen tiempo. Nos juntamos gentes de Valencia, Alicante, Extremadura, Cantabria, Asturias, Francia y Madrid. En estos descensos nada competitivos el ambiente es muy relajado y el reto lo tiene uno mismo con el río, (sin que vaya nada en juego)  a sabiendas de que siempre estará apoyado por la camaradería que reina en el río.

No lo hemos hecho público por las restricciones del COVID. La siguiente podrá apuntarse más gente, “seguro”. Esta vez fuimos 12, más los kayakistas del segundo día. En el Jerte descendimos 17 km de grado IIº+ de dificultad, con algún paso rozando el 3. Al principio el río se desparramaba tomando mucha anchura y haciendo los pasos muy someros pero, poco a poco, tomo un cauce más definido y también más movido. A pesar de ser un tramo poco frecuentado, se encontraba prácticamente limpio de árboles caídos.

El nivel de los participantes era muy bueno, la mayoría de los pasos se sacaban de pie sobre la tabla. Hubo caídas espectaculares también, pero eso forma parte del espectáculo, sino te quedas en casa. Acabamos en el pantano de Plasencia, donde tuvimos una puesta de sol espectacular. El mesón Antonio, a pesar de su resistencia inicial (por el horario), nos sacó unos huevos con jamón que nos supieron a gloria, al calor de una reconstituyente  lumbre. Allí pudimos platicar sobre las anécdotas y vivencias que nos deparo el Jerte, entre muchas risas y el buen rollo que nos caracteriza a la gente de río.

Esa noche nos fuimos a dormir con las furgonetas a la playa de Puente Angosto. Al día siguiente nos esperaba el Tormes. Este río tenía otras características y más agua. Durante el descenso nos acompañaron unos kayakistas que nos abrían generosamente los rápidos. Nada más empezar el río nos esperaba un paso de IVº+, algo intratable para la tabla de SUP. Un kayakista volcó y se fue hacia un drosage que le perdonó la vida. El tramo era corto, albergaba unos 4 km. aunque muy intensos los rápidos eran de un IIIº exigente, y bajarlos a vista siempre le suma un plus. El paso del molino lo inauguraban 3 grandes olas, en las cuales no debíamos caernos porque se encadenaban dos rápidos seguidos y te lo podías nadar todo. El tramo transcurría por una muralla granítica de poca altura pero daba la sensación de estrangule y de que la roca es más poderosa que el propio agua.

Para acabar teníamos un paso donde rebufaba a la izquierda, suerte que en la derecha existía una lengua que nos sacaba con un desnivel de dos metros. Todos los pasos fueron realizados con éxito y,  a parte de un remo roto, no hubo ningún otro hueso roto.

Igual que el agua busca su camino el RIVER SUP va buscando el suyo. Cada vez somos más los adeptos a este nuevo deporte tan pasional y donde Kalahari ha tenido un papel relevante en su desarrollo.

Nos vemos en la próxima concentración en Asturias, donde el 30 y 1 de mayo habrá un cursillo para la gente de iniciación y 2 de mayo una bajada para avanzados. Dia 3 para expertos

 

 

 

 

Participantes:

Toni Amador, Rabadán, Andrés Minguez,Tente  Frederic Parrel, Guillermo Calvo, Nacho Moreno, Coque Graciano, Joaquin el trucho, Hugo Asturias, el Zapa y artista invitado Yelito y sus azafatas Cris, Mar y Quilla.

Aparición estelar de Fredi kayakista extremeño de prestigio.

 

Blog Zapa kalahari

En el mundo de las aguas bravas utilizamos la lectura de rio para interpretar una sección de rio en su descenso. No es más que identificar los diferentes accidentes y movimientos de las aguas para su utilización en la navegación. Cómo reconocer algo que nos puede beneficiar a la hora de buscar el camino correcto, o “línea”, en el argot riachero. La lectura de río es muy importante, ya que lo que vemos en la superficie nos permitirá avanzar o desistir en el intento.  Cuando el paso es imposible de hacer, nos encontramos ante un infranqueable. Ello no deja de ser relativo, pues deja de ser infranqueable cuando viene alguien y lo supera con éxito. Hoy por hoy se están bajando tramos que hace tan solo unos años nos parecían inverosímiles, pero el ser humano es fascinante y su capacidad de superación es cuanto menos asombrosa. La lectura de río se adquiere principalmente a través de la experiencia. Bajar ríos de diferentes gradaciones hacen que el hombre de las aguas blancas posea suficientes registros para poder acatar con solvencia los pasos. Los sustos son las vallas que nos colocan los ríos para superarlas. Saber con conocimiento de causa como retiene un rebufo o la succión de un sifón son situaciones que modelan y configuran a un hombre de río. Todas estas anomalías van a parar al saco del conocimiento.

Durante mi vida como kayakista anteriormente y paddle surfista de río ahora, he tenido miles de situaciones  esperadas y otras inesperadas en los ríos de los cinco continentes.  Una de las ecuaciones más difíciles en las aguas turbulentas es saber diferenciar entre lo que es un rulo y lo que es un rebufo. A priori parece fácil, pero en muchas ocasiones la cosa no está tan clara y, dependiendo de si es una cosa u otra, puede correr riesgo tu vida o al menos puedes llevarte un gran susto.  Este es el mejor indicativo de la experticie del hombre de río, pues a lo largo del ancho mundo he visto gente que aparentaba tener grandes conocimientos, y sin embargo no llegaba a diferenciar el rulo del rebufo. Y es que a veces es tan sutil la diferencia, que puede confundir. En conclusión, la lectura sirve para saber dónde puedes o no puedes meterte, hermano. También puedes intentar convencer a otro y que lo pruebe él, -Metete ahí  bro que no pasa nada, jejeje. Y si sale ya lo intento yo…

Es indudable que el cuerpo humano en ocasiones actúa al margen de nuestro cerebro. Este se encuentra dotado de intervenciones propias en su capacidad de adaptación al medio. Al sumergirnos en el agua durante un tiempo determinado, notamos como la piel de los dedos de nuestras manos sufren unas ligeras ondulaciones como arrugas, perdiendo la tersura que les caracteriza en un medio seco. Este fenómeno se presenta sin conciencia alguna. Estudiosos de la materia aseguran que las yemas de los dedos de manos y pies se vuelven rugosas para generar cierta adherencia en zonas húmedas y resbaladizas. Esta condición nos genera canales de desagüe como el dibujo de los neumáticos a la hora de expulsar el agua y conseguir un mejor agarre en zonas donde podemos resbalar. Como veis el cuerpo es sabio y nos proporciona elementos que probablemente venga de reflejos primitivos en la supervivencia de la especie. A partir de estar 5 minutos sumergidos en el agua aparece esta pequeña metamorfosis en el extremo de nuestras extremidades, (valga la redundancia) también se cree que aparece antes en aguas dulces que en agua salada. Como veis nunca se acaba de aprender y toda información es útil a la hora de bajar ríos y trabajar en el agua, como hacemos en kalahari. Por eso en los barrancos  gatos con guantes, resbalón seguro. Jejejeje. Nos vemos pronto.

Dicen que solo el mar curte al marinero, y como marino de agua dulce que soy no puedo estar más de acuerdo. El río con todas sus variables proporciona toneladas de  anécdotas y situaciones extraordinarias, produce una combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar, lo inimaginable sucede y nada podemos hacer hasta que se presenta ante nosotros.

Me habían solicitado para impartir un monográfico de río en una empresa amiga en tierras del alto Segura. Durante dos días bajamos en balsa de rafting, kayak y river SUP.  Un poupourri de formas de descender un río fácil ( grado IIº ) para que a los becarios recién salidos de ciclos deportivos motivarlos de alguna forma. Mostrarles  que podía ser una buena y bonita forma de ganarse la vida. Enseguida me di cuenta de quien pintaba maneras y quién no. Formula que me falla muy a menudo y por la cual he aprendido a esperar pacientemente hasta que la evidencia me lo demuestre. El grupo era majo y lo importante: “se les veía ilusionados y ávidos de aprender”. Tengo por costumbre no solo enseñarles técnica de navegación, sino darles seguridad, autorrescate, algo de animación y fundamentos básicos del guíaje de grupos. Aunque dos días no es nada, mi intención y la de mi amigo era sembrarles la semilla de la curiosidad, para que realmente deseen formarse como profesionales del sector de la aventura.

El segundo día repetíamos el tramo, les propuse cambiar de embarcación para que todos probaran de todo. La ruta aunque sencilla gozaba de la belleza de un río mediterráneo, con sus rincones idílicos entre murallas de caliza y bosques aromáticos.

En una de estas, el río andaba plano y con una corriente muy suave, en aguas transparentes con un toque  aturquesado que proporciona el karst, cuando prácticamente a mi lado uno de los chavales se relajó y en los restos de un viejo árbol  que yacía en el cauce semisumergido chocó con la tabla, fue una caída más entre todas las que suelen suceder en el descenso de un río sin más.

El chico me miró y casi sonriendo me dijo: – Se me ha quedado enganchado el pie. Al segundo me di cuenta de la gravedad del asunto, aunque el río no revestía ningún peligro aparente. Me di cuenta de que era un empotramiento, o pie atorado  y si bien no daba sensación de peligro podía haberlo. Paré a todo el mundo y sacamos cuerdas para tirar desde arriba.

Se le había enganchado los cordones de la zapatilla en una rama del tronco sumergido, le dijimos que intentara quitarse la zapatilla, pero no podía por la fuerza de la corriente que a pesar de ser poca le impedía soltarse el zapato del pie, estaba atrapado, conforme pasaba el tiempo el chico, que afortunadamente era fuerte, empezó a agobiarse, intentamos tirar con la cuerda desde arriba pero no resultaba eficaz, tampoco el sitio donde estábamos nos facilitaba la maniobra. Hasta que soltó un agónico  – Por favor podéis cortarme los cordones. Entonces realizamos una cadena humana y un chico se sumergió  con la navaja y pudo cortar los cordones liberándolo. El chico nos confesó que no sabía si estaba cortándoles los cordones o directamente el pie. Lo cierto es que si no hubiéramos estado ahí, el chico probablemente hubiera muerto ahogado en el lugar más insospechado de un apacible río.

Esta situación nos proporcionó una visión realista de lo que es un río, donde nunca hay que bajar la guardia y donde el tramo más sencillo puede convertirse en una pesadilla sí lo infravaloramos o menospreciamos. Fue muy didáctico y ejemplarizante, hasta para mí. El río nos pone a cada uno en su sitio una vez más.

Cuando alguien me pregunta ¿esto es peligroso? La respuesta es una pregunta ¿tú sabes de alguna actividad o acción en esta vida que no conlleve peligro? Y es que el peligro cero, no existe. Se puede intentar minimizar el riesgo o incluso a visitar  un parque temático donde te garantizan la seguridad, pero todo lo que entrañe naturaleza, ríos, montañas, barrancos, posee un factor de riesgo incontrolado que toda persona debe asumir,  si no es así lo mejor es que se quede en casita en el sofá, sin descontar un posible infarto cuando a tu equipo le metan un gol en el último minuto.

Enseñanzas: Si bien no descartamos las zapatillas o botas con cordones para bajar un río, debemos ser conscientes de que hay una posibilidad, por ínfima que sea, donde podamos sufrir un enganche de nuestros cordones. Desde esa experiencia he decidido comprarme unos escarpines con una buena suela y una cremallera lateral, como el modelo abotincaz sin cordones de la compañía vasca seland. De todo se aprende y todo nos enseña, Nos vemos en el río, compañero/a.

Antonio Robledo ZAPA

Kalahari aventuras.

 

Habían cometido la mayor estupidez que hasta la fecha de hoy había visto en un río.

Corría el mes de Noviembre y nos aproximábamos al frio, debido también a  la pandemia que sufríamos, (año 2020) no pudimos facturar un solo euro en ese mes. Cuando de repente sonó el teléfono.

– Hola queríamos contratar una actividad de river SUP para 7 personas para mañana.

–Mañana va a hacer mucho frío dan 5 grados y 35 km. Hora de viento. La sensación térmica. Me interrumpió.

– No importa estamos acostumbrados, pero queríamos alquilar las tablas sin contratar un guía.

– Mira nosotros… volvió a interrumpirme-  ya conocemos la actividad bajamos unas cuantas  veces  y  tenemos experiencia, somos amigos de “fulanito”.

-“fulanito” es un amigo mio muy curtido en aventuras de todo tipo.

– Somos barranquistas, escaladores y surferos.

La verdad es que con ese panorama, no me apetecía, para nada, bajar el río, el tramo elegido por ellos es bastante fácil y es el más concurrido del Cabriel. Aunque no me gusta alquilar el material, dude un poco, pero al final accedí. “maldito parné”

Al día siguiente llegaron a la base de kalahari y les pinté el día un poco mal. Les dije: sí querían  bajar otro día que hiciera bueno, pero no, estaban decididos. – Sois conscientes que si os saltáis el desembarque corréis peligro de muerte por hipotermia. Si, si,  no te preocupes,  lo tenemos controlado. De esa frase tenía que haber sospechado.

Cargamos el material en sus vehículos y les facilité unos chubasqueros cortavientos, que no estaban incluidos.

Puedes indicarnos en el móvil el recorrido, -¡Uy! ¿Pero no habías bajado ya?, -si era un tramo de más arriba. Bueno me tranquilizó pues el tramo de arriba es el tramo fuerte.

-Mirad yo os voy a dar un mapa, donde lo tenéis todo bien explicado. –No, preferimos el GPS.

– Ya, aun así llevároslo. Me mostraron el teléfono donde aparecía el río y les indique el punto de embarque y de desembarque.  – Pero no me fio, llevaros el mapa, os lo regalo.

-Recordad que el día dura poco, a las  5 debéis haber acabado.

No fueron pocas las advertencias que les di, aun así no fueron suficientes

A las 17, 45 recibo una llamada, pensé que venían a devolverme el material.

– Zapa, estamos en un pueblo que se llama Cilanco, ¿puedes venir a por nosotros?

– ¡Cojones! Fue mi primera expresión. -¿Qué hacéis ahí? si estáis  a 30 km. Más abajo de donde deberíais estar.

– No encontramos la salida, habíamos tomado de referencia una roca cuadrada en el desembarque y no la hemos encontrado. Menos mal que hemos visto un señor y le hemos preguntado y nos ha llevado a su casa, donde ha encendido un fuego, estábamos helados.

– No lo entiendo, habéis pasado incluso por una población Villatoya y no os habéis dado cuenta.  Pues buscaros la vida, ya os advertí. Menos mal que habéis encontrado a esa persona sino os metéis en la noche y la siguiente población está a más de 15 km, hubierais muerto de hipotermia seguro.

– ¿Puedes venir a por nosotros? – Que os lleve ese señor a por vuestro coche, yo tengo cosas que hacer. – Es que a este señor le falta una pierna y conduce a duras penas.

– ¡Coño!Bueno iré, pero os voy a cobrar el rescate y además tengo que pasar a otra de región, (Castilla-la mancha) tendré que saltarme el confinamiento perimetral.

– Si lo que haga falta.

No daba crédito, como se podían haber saltado el desembarque con lo que les insistí en ello. Llegué al tiempo y allí estaban todos alrededor de la estufa en traje de neopreno. Calentándose a costa del hombre, al que le faltaba una pierna.

-Pues menos mal que me han visto sino se hubieran metido en un gran lio, se expresaba el hombre, en su humilde casa.  – Ni que lo diga se les ha aparecido un Ángel.- Cojo, matizo él.  Algunas de las chicas estaban indignadas con el chico organizador y voz cantante, ahora era todo reclamaciones y reproches, cuando hacía unas horas presumían de gente curtida y sobrada.

A la vuelta hacia sus coches  les pregunté donde habían dejado el coche. Ellos me decían que había como una nave pintada de blanco. No me sonaba que en el desembarque hubiera nada. No me cuadraba. Al rato de pensar y pensar mientras conducía imaginé lo que había pasado, y así fue.

Los muy…pijos por llamarles de alguna forma, habían cometido la mayor estupidez que hasta la fecha de hoy había visto en un río. Siguiendo el GPS habían ido al desembarque, creyendo que era el lugar donde se embarcaba. Se habían cambiado, puesto los neoprenos y subieron el coche con la ropa seca, dejando el vehículo en el lugar donde se embarca habitualmente, pensando que allí se  acababa el tramo. Se  fijaron en una piedra cuadrada y volvieron al principio, que en realidad era el final. Habían conseguido hacer el transbordo al revés, con razón no encontraban la piedra cuadrada pues esta se encontraba aguas arriba donde jamás llegarían nunca. Estas son las cosas que pasan por no escuchar y fiarse más en la pantalla de un móvil que en las cosas que le dicen a uno. En un móvil no ves la dirección de las aguas del río. Tampoco ellos se habían dado cuenta de que el camino subía hacia arriba en contra de la dirección de la corriente. Si hubieran utilizado el método analógico de toda la vida. El mapa que les había proporcionado, no hubieran cometido ese error que casi les podía haber costado la vida y que gracias al cojo la habían salvado in extremis.

Pues ni me pagaron el rescate, ni me lo agradecieron y para más inri me perdieron un chaleco, dos chubasqueros y unos escarpines viejos. MORALEJA no volver a alquilar material a sobrados en la materia, pues dime de que presumes y te diré de que careces. Lo que más me fastidia  de su actitud es que ni siquiera fueron conscientes del peligro que habían corrido, ni la suerte que habían tenido, encontrando a ese hombre al que quizás y después de verles actuar, si hubiera sido al revés, no hubieran ayudado. Demostraron ser unos niñatos, ingratos y mal criados.

Un aprendizaje más santo Tomás.

 

 

Hoy lloran los ríos por ti Antxón, Por fin llegaste al mar siguiendo tu cauce por rápidos, meandros y cascadas, hasta lograr desembocar en el lugar donde irremediablemente todos llegaremos algún día. Aunque conociéndote en vez de sollozar dirías con una sonrisa – A qué esperáis sacad las piraguas y aprovechad que han subido los cauces, el río ruge otra vez.

Pues si, despedimos a ANTXON ARZA el goodfather del río. Ël comenzó a divulgar el amor por las aguas bravas en España. Pionero no solo en introducirnos, sino por haber realizado  gestas que hoy todavía son admiradas. Al filo de lo imposible no hubiera sido una serie de televisión tan exitosa de no ser por Antxón y sus muchos programas descendiendo los ríos más turbulentos del mundo.

Si, Antxón era eso y mucho más. Recuerdo la primera vez que coincidí con él en Francia el río Le Nive. Aunque yo era novato, no dudaba en integrar a todo aquel que bajaba el rio con él, como uno más. Nadie como él transmitió el buen rollo en el rio, esparciendo diversión y muchas risas. Luego más tarde fue mi profesor de seguridad y navegación en kayak. Lo primero que te enseñaba era a nadar en el rio, surcar los rápidos a pelo para poder apreciar las fuerzas, ganarle respeto y perderle el miedo. Indudablemente eso te hacía perderle el miedo a la hora de bajarlo en kayak. Fue un gran profesor. Luego ya vino el accidente: saltando una cascada que le postró en una silla de ruedas, lo cual no frenó definitivamente sus ansias de aventura y siguió moviéndose por el mundo con otros medios. Antxón fue más que un ejemplo de superación, fue un referente para mucha gente, un divulgador de los espacios libres, un amante de la felicidad ante todos los rebufos que cursa la vida. Por eso brindo por ti con un buen eskimotaje y ya nos veremos por ahí ”si algo hay” y si no… Ha sido un auténtico placer conocerle Don Antxón.

¡!!Nos vemos en los ríos!!!

Zapa de kalahari aventuras

 

ALBANIA EXISTE

Existen países que siempre destacan o se hacen notar y otros que se quedan escondidos, ocultos, sin hacer apenas ruido, como queriendo pasar desapercibidos en la esfera internacional. Albania es uno de ellos, solo sale en los periódicos cuando le acontece una desgracia o una tragedia. Pero para los curiosos/aventureros resulta ser una joya, pues huimos de las grandes aglomeraciones. Nuestro egoísmo enfermizo nos hace buscar destinos donde sentirnos solos, donde no tengamos que compartir escenarios con hordas de turistas y pesados sin fronteras. Si a esto le añadimos visitarlo en Noviembre, te aseguras una exclusividad envidiable. Investigando y revolviendo el cajón de los paraísos perdidos hallé, como no podía ser de otra forma, un tesoro escondido. Esa joya se llama Vjosa o el Último río salvaje de Europa, el último curso fluvial que baja sin interrupciones desde las montañas balcánicas hasta el mar adriatico. Un río sin presas ni prisas. Esto solo, ya merecía una expedición.

Llegar a Albania desde España no es fácil, no existen vuelos directos. Encontramos la manera más romántica de llegar a un lugar.

PLANING DE LA CONCENTRACIÓN

Hora de quedada. A las 10,00 h. en la base de Kalahari (al lado del camping) en Venta del Moro.

Los que no estén inscritos lo pueden hacer allí mismo El pago y la inscripción, venid un poco antes para evitar colapsarnos

Habrá que salir bien almorzado pues en el descenso no se para a comer hasta no haber finalizado el descenso.

 

DESCENSO DEL CAÑÓN, LAS HOCES.

DATOS

Inicio del descenso: Contreras. Bajo la presa en el Parking del Ven y Volverás

Final del descenso:  Vadocañas. Puente romano de Vadocañas.

Distancia de Venta del Moro a Contreras: 18 km.

Distancia de Vadocañas a contreras: 25 km. Parte de ellos pista de tierra.

Distancia de Vadocañas a Venta del Moro: 21 km.

LOGISTICA

Saldremos en convoy todos los coches desde venta del Moro hacia Contreras. Necesitamos que llenéis los coches lo máximo posible con gente y con vuestros materiales. Para poder desplazar los menos vehículos posibles.

Se puede dejar la ropa seca y lo que se desee en la furgoneta de Kalahari, está se encontrará al final del recorrido.

Una vez acabado el descenso en Vadocañas subiremos con las furgonetas solo a los choferes de los vehículos estacionados en Contreras, para así poder volver todos los vehículos a Vadocañas a por el resto de personal.

Cargaremos todo el material y volveremos a Venta del Moro.

 

TRAMO DE TAMAYO,  INICIADOS

DATOS

Inicio del descenso Tamayo cv 455.

Final del descenso: El tete

Distancia desde venta del moro a Tamayo: 20 km-

Distancia del Tete a venta del moro. 19 km.

 

LOGISTICA

Saldremos de La base de Kalahari en venta del Moro a las 10,30 h. siguiendo a la furgoneta de Kalahari. Al llegar a Tamayo dejaremos los vehículos.

Se puede dejar la ropa seca y lo que se desee en la furgoneta de Kalahari, está se encontrará al final del recorrido.

Una vez acabado trasladaremos solo a los choferes a Tamayo para traer los vehículos hasta el Tete donde cargaremos todo el material e iniciaremos el regreso a Venta del Moro.

 

POR LA TARDE

Podéis lavar vuestros materiales en la base de Kalahari y utilizar las duchas.

A las 20,00 encenderemos el fuego. Para la BARBACOA, mientras se van asando las carnes y embutidos (a destacar la güeña, un producto autóctono) podremos degustar unos cuantos vinos de la comarca. También habrá verduras para los menos proteínicos.

Sobre las 9,30 cenaremos  una exquisita barbacoa a base de carnes y embutidos del pueblo, regados de un vino bobal, ecológico que hace nuestra vecina.

Pondremos música con vinilos de los de antes, toda la discografía es del siglo pasado, no esperéis reguetón. Aquí mezclaremos el vino con la aventura y unas buenas risas.

 

 

 

 

Dejémoslo bien claro, no vendemos riesgo, vendemos aventura y como su propio nombre indica es una acción o un deporte de resultado incierto. Mostramos la naturaleza sin domesticar, tal y como es. Para ello nos servimos de embarcaciones, arneses o cuerdas. Si alguien pretende que le garanticemos la seguridad total, le respondemos: Que simplemente eso no existe en ninguna faceta de la vida, ¿cómo la vamos a ofrecer nosotros?. Las actividades o aventuras que ofrecen las empresas de turismo activo, y que algunos por darle enjundia les llaman malamente deportes de riesgo, (como si los otros deportes carecieran de riesgo alguno). Un simple partido de fútbol de solteros contra casados genera diez veces más de lesiones que nuestros deportes de aventura. Recientemente ha habido un fallecido practicando rafting en Montanejos (río Mijares, Castellón) los medios de comunicación se han encargado de difundirlo como si nunca hubiera habido un fallecido practicando deporte.  Al parecer el pobre hombre murió de un ataque cardíaco, algo imposible de detectar previamente. A cualquiera que trabajamos en este maravilloso oficio de guía nos podría haber pasado, aun teniendo la mayor experiencia y conocimientos sobre el medio, nadie queda exento de un incidente de tal calibre. Esos mismos medios de comunicación no resaltan la cantidad de fallecidos, por diferentes causas, que producen los deportes convencionales. En comparación con los deportes de aventura no hay parangón. El guía  es el primero en extremar el cuidado de sus clientes, sin eximirse de la dificultad que ofrece el paso o el lugar en sí.  Los consumidores de estos deportes son conscientes de que también deben de poner la atención sobre lo que están haciendo y actuar en precaución, porque saben que hay un factor que no depende del guía, ni de las herramientas que utiliza, sino de la propia naturaleza cambiante y caprichosa. Por eso y porque las estadísticas nos lo confirman practicar deportes de aventura es menos lesivo que el fútbol.» Con todos nuestros respetos al fútbol y sus practicantes».

Respondiendo al interés general hemos creado la concentración de kayak y sup en el río Cabriel y como es patrimonio de la humanidad también puedes considerarlo tu río.

24 y 25 de AGOSTO 2019

VINO Y AVENTURA RIO CABRIEL

Dia 24 de agosto sábado a las 10.00 h.

Elige tu tramo según tu experiencia:

Para los PRO el tramo del cañón de las Hoces  20 km. Desde Contreras al puente de Vadocañas

Nivel de dificultad IIIº +

Para los PRI el Clásico  11 km.  Desde Tamayo al Tete.

Nivel de dificultad IIº +

Organiza Zapa en KALAHARI AVENTURAS

Precio de la inscripción 30 €

Incluye:

La organización del evento

Cena barbacoa a base de carnes y verduras del pueblo, regado con abundante vino

Botella de vino recuerdo de la concentración y a lo mejor camiseta.

Y muy buen rollo.

Objetivo: Juntar a kayakistas y superos de río para disfrutar de un río de aguas bravas, de aguas límpidas y paisajes asombrosos. Y generar sinergias entre los participantes para poder hacer quedadas en diferentes ríos y futuros encuentros. En definitiva revitalizar el mundo de los descensos de río.

Si somos suficientes no se descarta contratar algún grupo de música para amenizar el vino que llevaremos dentro. Y sino pondremos un tocadiscos.

Necesitamos que os pre inscribáis para que sea un éxito de gente. La preinscripción es gratuita. Manda un correo con tus datos a Zapakalahari@hotmail.com y ya estás apuntado. 15 dias antes deberemos ingresar el dinero a una cuenta que ya os daremos. Para que os comprometáis cerraremos inscripciones el día 15 de agosto.

Antiguamente ya realizábamos esta concentración con la Old school y nos proponemos darle vidilla a este evento que creemos necesario.

Os esperamos a todos: viejos kayakeros roqueros, jóvenes piragüistas, amantes del SUP en ríos y gentes con ganas de echarse unas risas.

No nos hacemos responsables de nada, cada uno que se encargue de sus cosas. Si vienen menores acompañados. Edad mínima 14 años.

Si desean venir familias podemos ofrecerles actividades extra tipo rafting y cosas así que deberán contratarse en kalahari@kalahariaventuras.com

Alojamientos: buscaros la vida. Com

Al día siguiente si podemos, haremos un descenso en el tramo clásico.

Pondremos un listado de La gente preinscrita para que asi motivemos a los de más. Sino deseas aparecer en la lista nos lo dices y no lo hacemos.

 

24 and 25 of AUGUST 2019

WINE AND ADVENTURE RIO CABRIEL

24th August, Saturday at 10 a.m.

Choose your section according to your experience:

For the PRO the section of the Canyon of the Hoces 20 km. From Contreras to the Vadocañas bridge

Level of difficulty IIIº +

For the PRI the Classic 11 km. From Tamayo to Tete.

Level of difficulty IIº +

Organizes Zapa in KALAHARI ADVENTURES

Registration price € 30

It includes:

The organization of the event

BBQ dinner based on meat and vegetables from the village, watered with plenty of wine

Bottle of wine I remember the concentration and maybe the shirt.

And very good vibes.

Objective: Join kayakers and river supers to enjoy a whitewater river, clear waters and amazing landscapes. And generate synergies among the participants to be able to make stays in different rivers and future encounters. In short, revitalize the world of river descents.

If we are enough, we do not rule out hiring a music group to liven up the wine that we will have inside. And we will put a record player.

We need you to pre-register to be a success of people. The pre-registration is free. Send an email with your information to Zapakalahari@hotmail.com and you’re already signed up. 15 days before we must enter the money to an account that we will give you. For you to commit, we will close registrations on August 15th.

In the old days we already had this concentration with the Old School and we intend to give a glass to this event that we believe is necessary.

We wait for you all: old kayakers rockers, young canoeists, SUP lovers in rivers and people wanting to laugh.

We are not responsible for anything, everyone who takes care of their things. If minors come accompanied. Minimum age 14 years.

If they want to come families we can offer them extra rafting activities and things like that, they should be hired at kalahari@kalahariaventuras.com

Accommodations: look for life. Com

The next day if we can, we will make a descent in the classic section.

We will put a list of pre-registered people so that we motivate the others. If you do not want to appear on the list, you tell us and we do not.

 

 

Nadie ni nada puede contener la furia de las aguas, el agua siempre busca su camino e interrumpirlo supone enfrentarse al mayor de los elementos.

Treinta años llevo observando ríos, estos me hablan y me susurran. En su murmullo me advierten que lo que un día se nos antoja placentero, sinuoso y amable puede convertirse de un día para otro en un cauce devastador y aniquilador sin piedad ni freno, ellos solitos junto a los vaivenes telúricos socavan y modelan la tierra a su capricho dándole forma, convirtiendo su poder en la más bestia de todas las fuerzas.